El rector del campus Guanajuato de la UG, Luis Felipe Guerrero Agripino, parece haberse contagiado del mal fario de algunos amigos suyos, como el alicaído alcalde capitalino Nicéforo Guerrero Reynoso, integrante de su consejo de participación y asesor personal del funcionario universitario desde hace rato.
Más tardó el doctor Guerrero Agripino en tomar la protesta a dicho consejo a que éste comenzara a descomponerse. Uno de sus integrantes, Ricardo Herbert, invitado en virtud de presidir la cámara restaurantera de Guanajuato, fue defenestrado esta misma semana por sus agremiados.
Si el especialista en derecho penal sigue acariciando el sueño de la rectoría general, más le vale cambiar de asesores… y de amistades.
