Cuando escuché que el Municipio de León estaba considerando pagar las butacas del Estadio León, cuyo gasto asciende a 10 millones de pesos, pensé en todas las necesidades que tiene la ciudad, muchos pensarán en salud o en seguridad, yo me centré en el área que cubro: arte y ciencia.
Se me ocurrió preguntar en Twitter la opinión de la gente. Para mi sorpresa, sólo una persona (que por cierto no vive en León) contestó que el municipio no debería pagar las butacas. El resto me dijo que sí, las razones: los empleos que se generan en torno al equipo, la necesidad que tiene la ciudad de conservar un plantel de primera división, entre otras. Pero la que me sorprendió y decepcionó, fue la de un tuitero que me dijo: “Sí va más gente al estadio que a Explora, merece más apoyo”.
Esa es nuestra realidad: mientras la gente esté dispuesta a hacer “sacrificios” y pagar el precio que sea para apoyar a su equipo, mientras se crea que el arte debe ser gratuito y se exija a las autoridades que se le otorguen más beneficios a los particulares con tal de que el equipo no se vaya… pues los políticos optarán por apoyar iniciativas que les den votos.
Y lo vemos en las campañas, todos los políticos le van al León previo a las elecciones, todos acuden al estadio y prometen que el equipo será campeón, que no se irá de la ciudad. Es muy común verlos tuitear partidos, hacer apuestas y hasta convivir con contrincantes, mientras dura el juego.
Pero ¿cuándo los veremos en exposiciones, obras de teatro o en la ópera? Ni por salir en la foto van a estos eventos. Y tal vez no los veamos, hasta que les apliquemos un voto de castigo por lo que hacen o no hacen en los rubros de ciencia, arte y educación.
Hasta que nos manifestemos por la ausencia de políticas culturales o exijamos que se concluya y ejecute el Plan de Desarrollo Cultural y que se nos vea como votantes potenciales y que además no somos pocos. Quizá, entonces.
