Como parte de la cultura campirana mexicana, en especial en ciertas localidades, existe una subcultura por demás sui generis, las carreras parejeras. Es aquí, en este estilo de carrera, a diferencia de las otras que se corren en grupo; donde mejor se puede demostrar y despejar las dudas sobre tal o cuál caballo es el mejor.
La distancia de estas carreras se mide, normalmente en varas (la equivalencia es de 83.8 cm) el control se hace cada determinadas varas, para saber el avance de cómo se está desempeñando el caballo y determinar las posibilidades reales que tiene de ganar.
Tratando de equiparar, una carrera parejera contra el proceso electoral que estamos viviendo, estaremos ante el primer punto de control y donde ya están por demás descartados algunos contendientes y quedarían como una auténtica carrera parejera. Tanto en lo estatal como en lo municipal aquí en León.
En el tema estatal, la carrera está por demás definida, Diego Sinhue del PAN y Ricardo Sheffield por Morena. Donde Diego es quien va a la cabeza en las preferencias en los 30 medios (35/36) y Ricardo, creciendo a las costillas del PRI principalmente, en los 20 altos (26/27).
Los demás, ya no tiene posibilidad alguna de figurar. El PVEM crece, lento pero crece, situándose ya en 6-7%, pero lo que hace interesante en esta carrera parejera, es que puede rebasar al PRI, quien ya bajó por debajo del 9% y mandarlo al 4.º lugar.
La otra carrera parejera que está por demás interesante, es la que corren Azul Etcheverry (PRI) y Malú Mícher (Morena), por la posición de primera minoría, que sentaría en el Senado de la República a la gandora.
Azul trae a cuestas la campaña del PRI en el estado, está creciendo su diferencial de votos, paradójicamente, contra Gerardo Sánchez el candidato a gobernador (ya le supera por más de 5 puntos porcentuales). La campaña que ha venido desarrollando Azul la pone a tiro de piedra, a solo 2 puntos de la intención que tiene Malú Mícher.
En León se desarrollan otras carreras parejeras. La principal, donde saldrá el triunfador, es entre Héctor López Santillana, PAN (30 bajos) y Sergio Contreras, PVEM (10 altos). El principal factor de decantación es la preferencia al partido, no así al candidato, quien no es muy aceptado en su gestión como alcalde.
Lo interesante es el factor de la campaña que ha realizado el Verde, que se ha posesionado como el “opositor”, la opción alterna, pero no viable aún, por eso de su alza en las preferencias, más no lo suficiente para poder ganar la elección.
En la otra carrera queda Ernesto Oviedo, Morena (10 medios) y Clemente Villalpando, PRI (5-6%). Donde, claramente, ya está determinado el resultado de ésta. Es una lástima para el electorado la actuación de ambos en campaña.
El primer debate con los candidatos a gobernador al que se enfrentan (hoy jueves), dará algunas correcciones en las preferencias, pero no en las posiciones en las que se sitúa cada uno. Este es el primer punto de control para quienes van corriendo en el Derby Estatal.
Para lo que resta de la campaña, tanto en lo estatal como en lo municipal, los que aventajan deben cuidarse mejor que ningún otro, sin arriesgar en demasía, por el simple hecho de que son quienes lideran las encuestas. Esto los convierte en el blanco de todos, por eso como bien se explica en el Arte de La Guerra (Sun Tzu) tienen que “hacer las cosas bien, donde sea técnica y tácticamente eficiente”. Y por último, no deben caer en el error que bien condena Margaret Thatcher “la misión de los políticos, no es gustar a todo el mundo”.