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jueves, marzo 28, 2024

Christine Lagarde, la competencia directa de Carstens por titularidad del FMI

La ministra francesa de Economía, Christine Lagarde, entró ayer en la carrera por dirigir el Fondo Monetario Internacional (FMI), a pesar de la molestia expresada por grandes potencias emergentes por el obsoleto bloqueo que Europa ostenta sobre el cargo.

Lagarde anunció su candidatura en vísperas de la cumbre del Grupo de los Ocho países industrializados (G8) que se desarrollará en el centro vacacional de Deauville, Francia, tras asegurarse el respaldo de los 27 países de la Unión Europea y, según diplomáticos, obtener el apoyo de China y Estados Unidos (EU).

En una conferencia de prensa en París, la ministra de finanzas francesa prometió completar el mandato de cinco años a diferencia de tres de sus predecesores, y afirmó que le dará prioridad a la reforma del Fondo Monetario Internacional para darle un mayor peso a las economías emergentes.

“Es un reto inmenso que afronto con humildad y la esperanza de lograr el consenso más amplio posible”, dijo Lagarde, indicando que planeaba viajar mucho en las próximas semanas para consultar con otros miembros del organismo.

“La aparición de un número de grandes actores como China, India, Brasil y Rusia, por ejemplo, sólo por citar algunos, nos fuerza a preguntarnos sobre su representación en el corazón de la institución”.

La política de centroderecha, de 55 años, ex abogada corporativa y que habla un fluido inglés, ha sido elogiada por su capacidad de comunicación y hábil presidencia de los ministros de Finanzas del G20.

Pero al contrario de Dominique Strauss-Kahn, quien dimitió tras ser acusado de intento de violación a una mucama de hotel en Nueva York, no es economista y podría tener problemas para igualar su fuerte liderazgo en la gestión de la economía mundial.
El jefe de la Comisión Europea, José Manuel Barroso, dijo que Lagarde tenía las “cualidades indispensables para asegurar la misión del FMI y su vital contribución a la estabilidad económica internacional”.

El único otro postulante que ha presentado su candidatura es el gobernador del Banco de México, Agustín Carstens, quien no ha logrado reunir el apoyo de los principales países emergentes.

El secretario del Tesoro estadounidense, Timothy Geithner, dijo que tanto Lagarde como Carstens eran candidatos “creíbles” para liderar el FMI. Sin embargo, Geithner guardó los elogios para Lagarde, a quien calificó como “una persona excepcionalmente capaz, una excelente mezcla de talento, conocimientos económicos y financieros con las habilidades políticas necesarias”.

Por su parte, el secretario de Hacienda de México Ernesto Cordero, expresó que Lagarde tiene “todos los méritos para ser nombrada como directora del FMI”, pero que las mejores credenciales de Carstens eran la fortaleza de la economía mexicana, que está creciendo en 5.5 por ciento.

Críticas de los BRICS

Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica, grupo conocido como BRICS, criticaron a las autoridades europeas en una declaración conjunta por sugerir que el sucesor de Strauss-Kahn debía ser automáticamente del viejo continente, una convención que se ha mantenido desde la fundación del organismo tras la Segunda Guerra Mundial.

Sin embargo, los países del BRICS no se han mostrado como un frente unido con un candidato alternativo común, lo que despejaría el camino a Lagarde a menos que caiga en un caso legal pendiente en Francia, por presunto abuso de poder.

“Si la investigación va más lejos mantendré mi candidatura”, declaró Lagarde respecto a su implicación en un sumario judicial pendiente.

Lagarde se encuentra a la espera de conocer el dictamen de una corte francesa sobre si incurrió en abuso de poder en el denominado caso “Tapie” por el que un conocido empresario francés recibió 541 millones de dólares del fisco galo.

Lagarde, quien aprobó la operación en 2008 y por la que está siendo investigada judicialmente, afirmó “tener la conciencia tranquila” en este asunto.

¿Quién es Christine Lagarde?

Como negociadora eficaz pero sin profunda visión económica, la ministra de Economía francesa llevaría un cambio de estilo al FMI, no de esencia, y sería improbable que impulse soluciones radicales para la crisis de deuda de Europa.

Abogada corporativa y experta en derecho laboral y anti-monopolios, Lagarde carece del pedigrí académico, como un doctorado en economía, que ayudó al ex director gerente del Fondo Monetario Internacional Dominique Strauss-Kahn a ganarse el respeto de los líderes europeos y del personal del FMI.

Pero la carismática ministra de 55 años ha ganado experiencia en terreno sobre los desafíos que enfrenta el FMI mediante la presidencia de Francia en el G20 y la crisis de la zona euro.

Se ganó un nombre al lograr consensos bajo presión, como al superar la resistencia china a que los gobiernos del Grupo de las 20 economías desarrolladas y emergentes usaran indicadores para medir los desequilibrios económicos globales, y aplacando los temores alemanes sobre la creación de un mecanismo de rescate de la zona euro.

Como colaboradora en la aprobación de un rescate a Grecia por 110 mil millones de euros de Europa y el FMI, se podría esperar que Lagarde mantenga el apoyo financiero del fondo a Atenas, mientras el Gobierno heleno lleve adelante un plan de privatizaciones y de recortes de gasto.

Casi con certeza, Lagarde buscaría evitar soluciones drásticas como una reestructuración forzosa de la deuda griega.

Y en momentos en que el FMI trata de llevar adelante el llamado “consenso de Washington” —políticas económicas altamente orientadas al mercado resistidas por algunas economías emergentes—, Lagarde le traería una mirada francesa sobre la importancia del gasto social.

“Lagarde iría mucho por la continuidad de lo que Strauss-Kahn hizo”, dijo Gilles Moec, economista europea de Deutsche Bank.
“Lo que es interesante es que ella traería aquellos valores franceses, que son probablemente los que se necesitan, pero también un conocimiento de la mirada anglosajona”.

Lagarde parece tener suficiente apoyo en Europa, Estados Unidos y China para superar fácilmente a cualquier eventual competidor por la titularidad del FMI.

Pero según los críticos, no tiene mucho peso económico y no se ha distinguido con alguna legislación clave durante sus cuatro años a cargo del Ministerio de Economía y Finanzas de Francia. En este periodo, se ha dictado mucha política económica desde el palacio presidencial del Elíseo.

Pero la abogada, que llegó a ser la primera presidenta del prestigioso bufete Baker & McKenzie de Chicago, ha luchado duro por promover sus opiniones. Se ha ganado una reputación como la opositora más inflexible a una reestructuración de la deuda griega entre los ministros de la zona euro.

Bajo sus chaquetas de Chanel y su estiloso pelo corto blanco, la ex campeona de nado sincronizado tiene un agudo olfato político, dicen aquellos que la conocen.

Con información de agencias.

Martha Silva Moreno
Martha Silva Moreno
Editora y reportera en Zona Franca. Correo electrónico: marthasilva@zonafranca.mx Twitter: @marthax

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