- Publicidad -
miércoles, abril 17, 2024

Cien años, dos frases.

El pasado martes se celebró en el mundo por centésima vez el día internacional de la mujer.
De todo lo dicho con ese motivo, me llaman la atención dos frases que rescato por su oposición conceptual.
La primera de Michelle Bachelet, la expresidenta chilena y quien ahora es la directora ejecutiva de ONU Mujeres, que ha dicho lo que me parece resume el camino que debe recorrer la equidad de género: “la igualdad de género tiene que ser una realidad vivida”.
Es totalmente cierto. Si queremos trascender del lugar común, del mero festejo cumpleañero, tenemos que lograr que la equidad de género se viva. Tanto los gobiernos, como la sociedad debemos emprender acciones precisas e inmediatas encaminadas a ello.
Bachelet hace además una reflexión obvia, pero contundente y de gran claridad: “El descuido de los derechos de las mujeres quiere decir que el potencial social y económico de la mitad de la población no se utiliza debidamente. Si queremos explotar ese potencial, tenemos que crear espacios para las mujeres en la esfera política, en la ciencia y la tecnología…”.
Los enormes aportes de la integración de la mujer a la vida productiva, no deberían requerir prueba, basado en que los hechos notorios no la necesitan, sin embargo transcribo algunos de los datos que apunta Bachelet.
“(…) Las evaluaciones hechas en 134 países por el Foro Económico Mundial, que hace el seguimiento del desempeño en materia de igualdad de género, indica que hay una correlación evidente entre el progreso en materia de género y el PIB per cápita. Asimismo, un estudio reciente mostró que las compañías de la lista Fortune 500 que tienen la mayor cantidad de mujeres en sus juntas directivas eran 53% más lucrativas que las que tenían menos mujeres en sus juntas directivas.
Cuando las mujeres tienen acceso a la educación (…), a buenos empleos, a la tierra y a otros bienes, el crecimiento y la estabilidad nacionales son mejores y hay una menor mortalidad materna, mejor nutrición infantil, mayor seguridad alimentaria y menos riesgo de VIH y de SIDA”.
Bachelet aporta un concepto fundamental al tema y aprovecha para dar algunas de las muchas razones que soportan el mismo.
La segunda frase la vi en una lona que colocó el Instituto de la Mujer del gobierno municipal de Guanajuato, a la entrada de la ciudad en la que se leía: “Ser mujer es saludable”. Me parece una definición por demás lamentable. Si bien la frase se sale del lugar común, lo hace para no llegar a ningún lado, para no plantear ningún contenido. No tengo idea que quisieron comunicar con ello, pero lo que si me queda claro, es que cuando no se sabe que decir es mejor no decirlo.

ÚLTIMAS NOTICIAS

ÚLTIMAS NOTICIAS

LO MÁS LEÍDO