Siguen aflorando los damnificados por la salida de Juan Carlos Romero Hicks del Conacyt. Y no se trata unicamente de quienes colaboraban con el ex gobernador en la dependencia federal, sino también de algunos de sus ahijados políticos que sobrevivían en el gobierno de Juan Manuel Oliva.
Candidato inminente al desempleo es, por ejemplo, el todavía titular del Consejo Estatal de Ciencia y Tecnología, Concyteg, Pedro Luis López de Alba, a quien sólo sostenía en el cargo su muy presumida cercanía con Romero y su escasamente probada afirmación de que con ello obtenía recursos excepcionales.
Hoy, inservibles ambas premisas, resulta más que probable que pronto deje su lugar a algún cuadro panista y regrese a los pagos universitarios, esos que no permiten nunca el desamparo.
