- Publicidad -
jueves, abril 18, 2024

Consejos que salvan a los periodistas

Con este hombre, que tiene la pinta de “un sargento mal pagado”, según le han dicho sus amigos, se elaboró el siguiente decálogo que podría ayudar en algo a reducir los riesgos de peligro en un país que cada mañana se despierta con que la resaca de sangre va en aumento.

Y mientras enumera los puntos sobre la mesa, hay la sensación de que los sacó de una película de Hollywood; sin embargo, como se apreciará a continuación, no está de más tomar en serio sus consejos.

I. Lo primero que les recomiendo a los periodistas que trabajan en poblaciones del norte del país, Reynosa, Ciudad Juárez o Tijuana, es que tengan una mínima instrucción de balística. Saber qué tipo de arma tienen los criminales. Ante una pistola 9 milímetros, dependiendo de las circunstancias, es probable que tengan unos segundos preciosos para correr y protegerse. Pero si es un cuerno de chivo, mejor ni moverse, su munición tiene una cabeza de guerra que a veces llega a atravesar hasta un riel de ferrocarril.

II. Lo mejor es caminar en el sentido contrario a los vehículos, lo cual dificulta el hecho de ser secuestrado en la calle.

III. Si alguien ha sido amenazado, recomiendo todos los días revisar el coche antes de arrancarlo. Por ejemplo, una bomba de lapa colocada abajo del auto siempre es visible. ¡Claro! Hay que tener un mínimo conocimiento sobre explosivos.

IV. Durante un secuestro lo mejor es platicar con un amigo imaginario, charlar a solas, pensar en los seres queridos y, desde luego, mantener la calma.

V. Los fotógrafos y reporteros que han presenciado de cerca los descabezados requerirán necesariamente de asistencia psicológica, porque las atrocidades marcan. Se ha comprobado que el shock postraumático es similar al que padecen los combatientes de guerra que están en la primera línea.

VI. Es de vital importancia emplear ya el chaleco antibalas. En medio de un tiroteo, ayudará a detener un disparo. Uno de los mejores chalecos del mundo, es el de calibre 30, protege genitales, cuello, pecho, costados, espalda, y gracias a su faldilla, cubre además arterias de las piernas.

VII. Los compañeros que realizan coberturas de mítines o marchas están obligados a llevar un curso de primeros auxilios. Y no sólo eso, deben encontrarse en perfecta condición física, de eso podría depender su vida.

Foto: Especial
VIII. Los cítricos son el mejor antídoto contra los gases lacrimógenos. Con untarse un poco de jugo de limón alrededor de los ojos, es suficiente para minimizar los efectos tan agresivos de dicho gas.

IX. Hay que aprender a mimetizarse, sobre todo cuando se recaba información en tierra hostil. Sobran casos de periodistas que, por no saber moverse en zonas con alto grado de violencia, se han convertido en blanco fácil y vulnerable.

X. En cuando a los fotoperiodistas, les digo que nunca una puta imagen vale la pena para perder la vida.

Algo es cierto, Mauricio Chalons acostumbra a poner en práctica lo que predica. Dice que nunca duerme más de dos noches en un mismo sitio, que cambia de itinerario como si mudara de ropa interior, que se siente más seguro en lugares públicos muy concurridos, y no sólo ha sido secuestrado, también sabe lo que es correr los mil metros más rápidos de su vida, cuando escuchó la munición de los asesinos zumbando junto a sus orejas.

Se siente muy orgulloso de que sus alumnos que han sido enviados para trabajar en zonas de conflicto ,retornaron con vida, y pide dar a conocer su mail muxbalsoc@yahoo.com.mx, correo al que podrán escribirle quienes deseen participar en un primer curso de seguridad para periodistas.

Con información de milenio.

Martha Silva Moreno
Martha Silva Moreno
Editora y reportera en Zona Franca. Correo electrónico: marthasilva@zonafranca.mx Twitter: @marthax

ÚLTIMAS NOTICIAS

ÚLTIMAS NOTICIAS

LO MÁS LEÍDO