“¿Por qué los políticos si pueden hablar de lo que se les antoje contra la iglesia y de sus ministros, mientras que la Iglesia no puede hablar a favor de lo que cree?”, esto opina el Arzobispo José Guadalupe Martín Rábago en la editorial del semanario “Gaudium” de la Arquidiócesis de León, esto sobre el tema en el que la Arquidiócesis primada de México y el Padre Hugo Valdemar serán sancionados por llamar a sus feligreses a no votar por el PRD, ya que el partido de izquierda aprobó el matrimonio entre personas del mismo sexo.
En letras de Martín Rábago: “En un país democrático como México, no puede haber ciudadanos de “primera” o de “segunda”, que por nuestro credo seamos relegados a las sacristías y recintos de culto, si no que debemos ser incluidos en la libre expresión de nuestras ideas y creencias que contribuyen al desarrollo y bienestar del país, pues también amamos nuestra patria y nos entregamos por ella”.
Valdemar violó la primer fracción del artículo 29 de la Ley de Asociaciones Religiosas y Culto Público, el cual señala “constituyen infracciones (…) asociarse con fines políticos, así como realizar proselitismo o propaganda de cualquier tipo a favor o en contra de candidato, partido o asociación política algunos”; Ley publicada en el diario oficial de la federación el 15 de Julio de 1992, no tomando por sorpresa a religiosos en pleno 2011.
Recordando que desde 1857 México es un estado laico, sin alianzas con la Iglesia católica y por lo tanto, las opiniones sobre cada tema, es responsabilidad de quien las genera, acatando las reglas y sanciones de cada terreno, político o celestial.
* Con información de Karla Fernández
