San Miguel de Allende, Gto. Un profesor de la Escuela Secundaria Técnica número 42, solicita que la Secretaria de Educación en Guanajuato (SEG) y el Sindicato Nacional de los Trabajadores de la Educación (SNTE) indaguen el acoso laboral, y difamación de la que fue objeto por parte de altos directivos de esta institución.
El afectado fue el profesor José Isaías Vales Onofre, quien enfrentó un juicio laboral por cerca de cuatro años y precisa que fue señalado por el director del plantel de cometer acosos sexual sin expedientes ni pruebas en su contra.
El docente es licenciado en Química, titulado egresado de la facultad de química de la Universidad Autónoma de Querétaro. Cuenta que ingresó a laborar a esa secundaria en el año de 1990 impartiendo las materias de física, química y biología.
El profesor ostentaba el nivel “C” en carrera magisterial, programa donde cada año son evaluados los docentes en habilidades, aptitudes, conocimientos y legislación administrativa para ingresar a carrera magisterial desde el nivel “A”.
Recuerda que en el año 2012 llega como director de la institución Ángel Hernández García y que desde ese momento inició un hostigamiento hacia él, solicitándole planeaciones de clases, mismas que el docente tiene que rendir informe de ello a su jefe inmediato el coordinador de actividades académicas y no al director.
También se le cuestionaba duramente su forma de trabajar y demás situaciones consideradas como nimiedades por el profesor.
Fue en octubre del 2014 cuando él es notificado de su cese por parte de la SEG, iniciando su defensa con un abogado particular, ya que en ningún momento contó con el apoyo del sindicato.
Vales Onofre afirma que en reuniones de padres de familia y con sus compañeros maestros el director señalaba que había sido cesado por acoso sexual hacia sus alumnas y hasta con la misma esposa del director.
“En realidad el director se encargó de verter la versión de que fui cesado por conductas irregulares con mis alumnos, más unos meses atrás del cese de la SEG, la esposa del director misma quien funge como subdirectora de la institución de nombre Sonia López Rodríguez me había levantado una demanda por acoso sexual, hacia su persona”, señala.
Sin embargo esta acusación no prosperó, pues la unidad de atención a la mujer la dio como archivada por falta de pruebas.
El profesor considera que al no proceder tal aseveración, Ángel Hernández García se encargó de emitir una serie de argumentos en contra de él lo que a la postre motivó la separación de su cargo.
Todo esto según dijo, se debe a que la intención es separarlo de su plaza, para entregársela a un familiar. Incluso en su ausencia su puesto fue cubierto un hijo del representante sindical y más tarde por un yerno del director.
“Yo afirmo que uno de los motivos principales de esta infamia hacia mí fue para que familiares de representantes del sindicato y del propio director se quedaran cubriendo mis horas, ya que cuando fui cesado las horas las cubrió un hijo del representante sindical en la institución y más tarde un yerno del director, ya que es conocido que dentro de la institución laboran en primer término la esposa, hijos, y sobrinos del director creando un feudo laboral a su favor y la creación de conflictos de intereses, le toca entonces al sindicato y a la propia SEG dejar en claro esta situación que en lo personal a mí me daño de sobremanera”.
Asimismo, de inmediato se dio a la tarea de iniciar su defensa seguro de que no tenía culpa alguna, y a pesar de no recibir sueldo durante el juicio, después de tres años y medio consiguió que el tribunal ordene su reinstalación en la misma escuela, en el mes de mayo de este año.
Se mantuvo dando clases por dos semanas, tiempo mismo en el que el director nuevamente actuó para poner en su contra a padres de familia, reviviendo la misma versión sobre el acoso a las alumnas.
Al ponderar esta situación y el haber quedado exhausto en todos los aspectos durante el juicio a que se enfrentó, el docente consultó con el jurídico de la dependencia educativa SEG y relaciones laborales del ISSSTE, optando por retirarse del servicio educativo en una situación de jubilación anticipada, al decidir ya no luchar nuevamente contra el aparato burocrático.
