Tras anunciar que la Policía Auxiliar de León será extinguida para que sus elementos formen parte de la corporación preventiva municipal, el alcalde Ricardo Sheffield sostuvo que los auxiliares sin contar con preparación se convierten en un peligro para ellos y para la sociedad.
“No sólo no debe de existir (la corporación) sino representa un peligro porque estar uniformados ante la beligerancia de la delincuencia organizada y no tener la capacitación para poder repeler una ataque pone en riesgo no sólo al propio elemento sino a quienes le rodean que consideran que por estar uniformado tiene las condiciones de preparación y de equipamiento para poder responder a circunstancias de esa naturaleza”, sostuvo.
Esta decisión se da en el marco de los reclamos que hicieran al alcalde los familiares de Juan Franco, el policía asesinado la madrugada del sábado. Durante el sepelio hicieron fuertes señalamientos al edil leonés respecto al poco equipamiento que portan los agentes, lo cual incluso provocó que Sheffield fuera sacado del lugar.
La mañana de este lunes, en rueda de prensa, Sheffield explicó que son 190 policías auxiliares (60 ya portan arma), que después de capacitarse en la Academia de Seguridad Pública local, formarán parte de la Policía Preventiva; adelantó que quienes no pasen las pruebas serán enfocados a labores administrativas sin uso de uniforme.
Tema evadido por cuestiones económicas
El alcalde recordó que las funciones de los policías auxiliares se enfocaban a vigilar comercios, áreas habitacionales, y dependencias de gobierno, entre otras, y que administraciones anteriores prefirieron no hacer cambios a la estructura de la Policía Auxiliar debido a los costos que implica. Sheffield, a un año y 9 meses de su administración, afirmó que sin importar el recurso que se tenga que erogar se realizarán las modificaciones.
Aún con arma, el policía hubiera muerto: Sheffield
Sheffield también dejó en claro que aunque el policía auxiliar Juan Franco hubiera portado arma, sus agresores no le dieron tiempo de actuar y lo mataron a quemarropa.
“Juan no hubiera podido sobrevivir aun portando arma, fue un ataque artero, traidor, cobarde por la espalda. Murió en cuestión de segundos, la bala penetró por su nuca; para cuando el vehículo continuó avanzando los siguientes 20 segundos en lo que chocó, el ya no tenía vida”, afirmó.
El edil leonés sostuvo que el ataque al elemento tuvo que ver, según le dijo el procurador Carlos Zamarripa, con los incidentes que han sufrido diversas corporaciones a nivel estatal, y que el agente fue “blanco fácil”.
“Yo platiqué con el licenciado Zamarripa es que lo entienden ellos vinculado a los incidentes que estuvieron sucediendo de ataques a las corporaciones de seguridad en la zona en general y simplemente como iba transitando con la torreta prendida como hacen en la noche pues para ellos fue un objetivo o un blanco fácil…el expediente de ambos son expedientes intachables”, dijo.
