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viernes, abril 19, 2024

Desaparecidos: las cuentas

Las autoridades locales, llámense procuradurías de justicia o de los derechos humanos; incluso las secretarías de gobierno y desarrollo social y, desde luego, la propia oficina del gobernador Juan Manuel Oliva, deberán prepararse para algo que no es muy remoto que pueda ocurrir: el hecho de que algunos o muchos de los sesenta guanajuatenses desaparecidos no se encuentren entre los cadaveres localizados en las fosas de San Fernando.

Conforme se ha tenido más información de un suceso que se ha convertido en el mayor signo de la descomposición social y política que padece el país, por si nos faltara algo, se sabe que las denuncias por desapariciones en los diversos estados de la República, sobre todo en el propio Tamaulipas, suman una cantidad considerablemente superior a la del número de cadáveres localizados hasta ahora.

Es decir, el horror no se encuentra únicamente en los 177 cuerpos encontrados en San Fernando, hasta ahora; o en las decenas encontrados en Sinaloa y Durango. El mayor y verdadero horror está en las miles de desapariciones, muchas de ellas ni siquiera denunciadas.

Es decir, el centro mismo de la pesadilla se encuentra en la incapacidad de un país para garantizar que sus ciudadanos puedan transitar sin peligro; que los crímenes sean perseguidos; que se genere una investigación profunda cuando un ciudadano, simplemente, desaparece.

Las fosas clandestinas, la impunidad de crímenes que rozan el genocidio, el desamparo de personas que sufren la pérdida de un familiar y no saben a quién acudir, el grito desgarrado de padres que pierden a sus hijos y que luego los ven acusados de ser “cómplices” de sus asesinos: esa suma catastrófica de hechos es lo que nos va indicando que el país, en efecto, se está desmoronando.

A esa emergencia deberán responder los que todavía tienen responsabilidades de gobierno, aunque estén en su etapa final. Sobre todo porque buena parte del deterioro se acentuó mientras ejercían su responsabilidad.

Pero también y sobre todo, a ese reto quisiéramos ver enfrentados a quienes se plantan orondos ante la sociedad diciendo “quiero gobernarte”, sin mayores propuestas y casi ninguna idea.

Hasta ahora todos andan por las ramas y, la mayoría, sin posibilidad de aterrizar.

Arnoldo Cuéllar Ornelas
Arnoldo Cuéllar Ornelashttp://arnoldocuellar.com/
Arnoldo Cuéllar Ornelas. @arnoldocuellaro. Periodista, analista político. Reportero y columnista en medios escritos y electrónicos en Guanajuato y León desde 1981.

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