Más vale que los pretendientes de cargos de elección en la próxima cita electoral no se aparezcan en las Tres Caídas, pues se podría malinterpretar. Sin embargo, no les vendría mal arrastrar los pies por la Procesión del Silencio.
Quizá, para guardar las vísperas de los Días Santos, fue que se suspendió la reunión de los flamantes nuevos consejeros panistas con Juan Manuel Oliva y Fernando Torres Graciano.
Pero es posible, tras de que pase el Calvario y si es que los tres pretendientes a la jefatura panista no resultan crucificados, o truenan como judas en un sábado sin Gloria, que tengamos por fin un Domingo de Resurrección, del que lo único que cabe esperar es que no sea la Noche de los Muertos Vivientes.