Medios italianos dicen que la cifra de muertos podría ascender a 250. Cerca de 50 fueron rescatados con vida. Serían todos africanos de diferentes nacionalidades que huyen hacia Europa de la guerra en Libia.
Podrían llegar a 250 los náufragos ahogados en las aguas de Malta esta madrugada, al hundirse una barcaza con 300 migrantes a bordo que desde las costas de Libia intentaban llegar a la isla italiana de Lampedusa. Esta mañana se informó que eran 200 las personas que viajaban en la “carreta del mar” y que 48 habían sido rescatadas con vida por una nave italiana que había sido llamada para prestar socorro, pero en las primeras horas de esta tarde, las cifras que manejan las grandes redes de televisión italianas informan de una tragedia aún más grave de lo que se estimaba.
Según la Organización Internacional para las Migraciones eran 300 los emigrantes de Libia, Eritea, Etiopía y Somalía que iban a bordo del barco que naufragó a 40 millas al sur de Lampedusa, la isla pegada a Africa que ha recibido más de 22 mil inmigrantes clandestinos y prófugos en los últimos dos meses, la gran mayoría tunecinos.
El capitán Vittorio Alessandro, portavoz de la Guardia Costera, dijo en Lampedusa que “no sabemos exactamente cuanta gente iba a bordo de la barca, pero logramos rescatar con vida a 48 personas”.
Los náufragos fueron llevados a Lampedusa y sometidos a tratamiento médico. Entre ellos hay una mujer embarazada y varios niños.
La barcaza, de unos 13 metros de largo, partió hace dos días de Zuwarah, en Libia, y se dio vuelta al sudeste de Lampedusa debido a las pésimas condiciones meteorológicas, con mar fuerza 6 debido al fuerte viento de Maestrale.
Desde la precaria nave se lanzó un pedido de SOS a través de un teléfono satelital, que fue recibido por las autoridades navales de la isla de Malta, que avisaron a los guardacostas italianos.
Cuatro barcos italianos acudieron para socorrer a la barcaza y se agregó un pesquero de Mazzara del Valle a la búsqueda de los náufragos. Dos helicópteros italianos avistaron al menos 20 cadáveres flotando en el Mediterráneo.
La organización de los jesuitas de Libia informó que hace seis días, como informó Clarín, fueron ubicados 68 cadáveres flotando frente a las costas de Trípoli, la capital de Libia en guerra civil. Las víctimas fueron enterradas el viernes último en una fosa común sin ser identificados.
“Ahora lloramos más de trescientos muertos”, protestó el sacerdote eritreo Mussie Zerai, conocido como don Moisés, que en Roma dirige una organización humanitaria que se ocupa de los refugiados africanos.
El sacerdote dijo que Europa “se muestra sorda” ante el angustioso pedido de que no se bombardee a Libia antes que puedan ser evacuados miles de somalíes, eritreos y etíopes que están concentrados actualmente en varios campos de refugiados.
Las víctimas de los últimos dos naufragios serían migrantes de estos países que huyen de la guerra libia y que tratan de llegar a la isla italiana de Lampedusa, actualmente una dramática puerta de Europa.
Esta mañana llegaron a Lampedusa, pese al mal tiempo, otras dos barcazas con 170 inmigrantes. El gobierno italiano ha trasladado desde la isla siciliana a casi 7000 desesperados a varias regiones italianas con varias naves de transporte y el barco de Guerra San Marco.
