Artistas y académicos mexicanos residentes en Europa sumarán sus voces a los reclamos de alto a la violencia en México. Hay un abismo entre las demandas de la población y la reacción de la clase política.
Desde el extranjero muchos mexicanos se preparan para hacer valer en pensamiento y acción su derecho ciudadano. Artistas mexicanos residentes en Alemania han convocado a conacionales residentes en Europa y amigos de México a sumarse a las marchas de protesta que tendrán lugar contra la violencia y la descomposición social en México.
Los manifestantes saldrán a las calles en ciudades como París, Marsella, Madrid, Barcelona y Sevilla, entre otras, y se solidarizan con la marcha iniciada por el poeta mexicano Javier Sicilia, que partió hoy desde Cuernavaca. El poeta, cuyo hijo, Juan Francisco Sicilia, fue asesinado junto con seis personas más a fines de marzo pasado, se ha convertido en líder de un movimiento que pide dar una cara y recordar los nombres de las 40.000 personas que han perdido la vida desde que comenzara hace seis años el combate al narcotráfico. “No son una cifra que a veces se le llama daños colaterales”, ha declarado Sicilia.
La marcha convocada por Sicilia el pasado 13 de abril tiene lugar después de que se venció el plazo establecido por el poeta para que las autoridades presentaran a los autores del asesinato de su hijo. Pese a que la policía federal informó a principios de mayo que varios hombres fueron detenidos y son acusados de ser responsables del asesinato de las siete personas, entre ellas, el hijo del poeta, Sicilia continuará una marcha de tres días para convocar a la clase política, las iglesias, empresarios y a la sociedad civil a firmar un Pacto Nacional de Paz.
“Se espera que la sociedad civil se una a la marcha de manera masiva”, afirma Frank Priess. El observador alemán destaca que hay un abismo entre los reclamos de la sociedad civil y las reacciones de la clase politica. “Ha comenzado la pre campaña electoral y durante la última sesión del Congreso éste no avanzó en la Ley de Seguridad que propuso el presidente Felipe Calderón. Tampoco ha avanzado la reforma policial. Se ven muchas deficiencias en la aplicación de los juicios orales y en la reforma de justicia. Hay mucha frustración”, destaca el observador.
El experto recuerda que no hay alternativas a la lucha contra el narcotráfico, como se vio en el Tercer Foro sobre Seguridad y Justicia, realizado en la residencia oficial de Los Pinos esta semana. Una de las voces cantantes de dicho foro fue la del empresario Alejandro Martí, cuyo hijo de 14 años fue secuestrado y asesinado en 2008 pese a que la familia había pagado el rescate que exigían sus captores.
“Todo esto tiene un costo político significativo, como se ha visto en las elecciones regionales donde el partido del presidente, -el Partido Acción Nacional (PAN)-, no ha resultado beneficiado”, dice Priess. “La gente culpa de todo al presidente y no se pregunta qué pasa con las instancias intermedias, con los gobernadores, los alcaldes y las instancias del fuero común”, señala Priess. Para el experto es imposible retroceder a una situación como la que sugirió hace poco el ex-gobernador de Nuevo León, el priísta Sócrates Rizzo, que dijo que su partido – el Partido Revolucionario Institucional, (PRI) que gobernó el país durante más de 70 años- supo negociar con los cárteles las rutas de la droga y de esa manera impidió ataques contra civiles.
“Hay un gran malestar en México por el papel de Estados Unidos, uno de los principales consumidores de droga”, dice Priess y explica que se esperaría que el país vecino hiciera más en la lucha contra el consumo a través de programas de prevención. Pero tampoco hay avances en el contrabando de armas ni en el lavado de dinero. “México se siente muy solo en la lucha contra el narcotráfico”, concluye.
Con información de DW
