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jueves, abril 25, 2024

El reflector panista… todavía

Para mal o para bien, la política guanajuatense se mantiene monopolizada por las vicisitudes del partido gobernante desde hace dos décadas, el PAN, con todo  sus divisiones, sus crisis intermitentes y su bajo nivel de debate, tanto en lo interno como con la sociedad en su conjunto.

Durante las últimas semanas, prácticamente todos los espacios de opinión en medios escritos y electrónicos se vieron saturados por el tema de la sucesión interna en el blanquiazul, desde que fue integrado su consejo, en abril del mes pasado, hasta la elección de Gerardo Trujillo como nuevo dirigente, finalizando junio.

Las confrontaciones entre los precandidatos a la gubernatura, el largo proceso de preselección del pacto de la Loma, el activismo permanente del senador Ricardo Torres Origel y la lenta emergencia de Miguel Márquez como el delfín de Juan Manuel Oliva, todo abona a esta saturación de presencia panista en el debate público del estado.

Se trata, y esa podría ser una explicación plausible, del partido que gobierna y lo que ocurra en su interior es de la incumbencia de los diversos actores políticos y sociales del estado.

Puede ser. Sin embargo, la imagen que se tiende a construir con esta omnipresencia de los asuntos panistas en el espacio social, es la de una imbatibilidad de esta opción política, como en su momento ocurrió con el PRI.

El juego y el rejuego del poder, todavía por mucho, parecen tener lugar exclusivamente en la trinchera blanquiazul.

Contribuye a esa percepción la deficiente gestión opositora. Cómo no reparar en la desafortunada campaña de propaganda que recientemente desplegó el PRI, parodiando la omnipresente campaña olivista que utiliza como slogan la palabra todos, para involucrar al público con los avances del gobierno.

Como contrapropaganda, la pregunta priista de ¿todos?, para cuestionar la unanimidad que pretende el gobierno panista de Guanajuato, no parece ir a ninguna parte, salvo a potenciar lo que quiere poner en evidencia, para empezar por la diferencia de recursos utilizados en las dos campañas y también por la confusión del mensaje.

Con el subrayado de “todos”, la propaganda olivista que además va acompañada de una batería de carteleras, desplegados en diarios, spots radiofónicos y televisivos, da por hecho que hay una obra contundente en el estado y que de ella deben sentirse partícipes también los ciudadanos.

Al centrar el mensaje en el “¿todos?”,  el PRI no cuestiona la obra, su suficiencia o su pertinencia, sino sólo la búsqueda del consenso,  pero además, su batería de medios es raquítica. Por si fuera poco, la campaña no va acompañada de mensajes políticos contundentes, por ejemplo de los diputados en el Congreso, de los alcaldes o de la propia dirigencia partidista.

Si acaso, la semana pasada, la disidencia que se agrupa en torno al diputado Miguel Ángel Chico, lanzó una ofensiva, igual de alegórica, en contra de la presunta corrupción en el gobierno, proponiendo para ello una imposible comisión especial que la oposición en su conjunto no tiene capacidad para imponer.

El PRD, guiándose por cuestiones más prácticas, ha insistido en una crítica que a la vez es una autodefensa, en contra de acciones de gobierno que hacen a un lado a la oposición y que evidencian fuertes contenidos autoritarios, como lo ha sido la ofensiva contra la, también presunta, corrupción en policías municipales.

En ambos casos, el de la dispersión priista y la focalización perredista, lo que resulta es un cómodo escenario para que el PAN siga aparentando y disfrutando del hecho de ser el partido prácticamente único de Guanajuato. Aunque sea uno de los últimos estados que les quede.

Vaya vuelcos de la historia.

 

Arnoldo Cuéllar Ornelas
Arnoldo Cuéllar Ornelashttp://arnoldocuellar.com/
Arnoldo Cuéllar Ornelas. @arnoldocuellaro. Periodista, analista político. Reportero y columnista en medios escritos y electrónicos en Guanajuato y León desde 1981.

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