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jueves, abril 25, 2024

El sexo fue consentido: Strauss-Kahn

El director gerente del Fondo Monetario Internacional (FMI), Dominique Strauss-Kahn, ha cambiado su vida de hoteles de lujo, mansiones en Washington, París y Marraquech y billetes en primera clase en Air France por la cárcel de la isla de Rikers de Nueva York, conocida por los motines de los presos y los abusos de los guardas a los reclusos. Aun así, ha conseguido una celda individual al ser considerado interno de alto perfil, mientras sus abogados, Benjamin Brafman y William Taylor, se preparan para que las condiciones en las que se encuentra actualmente no se prolonguen más de lo estrictamente necesario.

Strauss-Kahn está sometido a vigilancia especial en la prisión ante el temor de que intente suicidarse. «El historial médico de los reclusos es confidencial, pero el Departamento Penitenciario de Nueva York sigue siempre los mismos protocolos de protección y seguridad hacia cualquier recluso al que se detecta el riesgo de que se haga daño a sí mismo o a los demás», indicó a Efe el portavoz de esa institución neoyorquina, Stephen Morello.

El portavoz evitó dar más detalles al respecto del estado de ánimo del político francés y tampoco confirmó las informaciones de las que ayer se hacían eco distintos medios estadounidenses. Según la cadena de televisión NBC, las autoridades médicas de la prisión de Rikers Island recomendaron que Strauss-Khan fuera sometido a esa vigilancia especial debido a «su estado de ánimo y la naturaleza del caso».

Mientras, los letrados de DSK se enfrentan al más difícil todavía: ¿Cómo defender a un hombre blanco, judío, rico y poderoso en un caso de supuesta violación a una joven musulmana sin recursos de Senegal? Muy fácil: con el argumento de que fue sexo consentido. Y después harán lo imposible para convencer al jurado de que la joven de 32 años, Nafissatou Diallo, que ha venido a Nueva York en busca de una oportunidad como todos los extranjeros, sólo va detrás del dinero del director gerente del FMI.

El conocido abogado judío ortodoxo practicante de Nueva York, Benjamin Brafman, insistió en que «no hubo nada forzado» en respuesta a las posibles pruebas de ADN y semen que han recogido los médicos forenses del supuesto agresor y víctima.

«Esas evidencias no serán suficiente para demostrar un encuentro a la fuerza», indicó Brafman, que prefirió no dar más detalles de su estrategia. «Se han encontrado ya cosas determinantes [para construir en caso de la defensa] que harán que sea exculpado», concedió el abogado del barrio de Brooklyn de Nueva York. Ésta no sería la primera vez que en un caso de supuesta violación sexual los abogados construyen su estrategia con el argumento de que el acto fue consentido.

En 2003 el representante legal del jugador de Los Angeles Lakers, Kobe Bryant, basó su tesis en la misma teoría. Entonces fue acusado de haber abusado de una prostituta, pero con el apoyo de su esposa, a la que compró un anillo de diamantes de millones de dólares para pedirle perdón, y el de un ingenioso abogado, su tesis ganó fuerza ante los medios de comunicación y el jurado. Consiguió salir absuelto y volver a jugar al baloncesto. Entonces, como ocurrirá ahora, hubo dos juicios, el mediático y el del tribunal. La próxima vista de Strauss-Kahn ante el juez será el viernes.

Ayer también se supo que la empleada que denunció a Strauss-Kahn conocía que el economista era una personalidad importante, según «Le Figaro». El diario destaca en su edición digital que la dirección del hotel había colocado una foto del director del FMI en el local en el que se cambian los empleados con el objetivo de alertarlos de que se trataba de una persona destacable. Así lo recoge con declaraciones de una limpiadora de Sofitel, que dice no conocer a Strauss-Kahn ni su cargo al frente del FMI, pero sí que era un «VIP [very important people]» de origen francés, porque se había difundido su fotografía antes de su llegada.

Desde Washington, El FMI negó ayer «haber tenido contacto» con su director gerente «desde su arresto» el pasado sábado en el aeropuerto JFK. No obstante, el portavoz de la institución, William Murray, reconoció que «obviamente será importante contactar con él a su debido tiempo».

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