Esto tendrá además gran impacto a nivel nacional, pues Guanajuato representa una de las mayores fuerzas panistas, tal como lo mencionó José Isabel Trejo, delegado del CEN, ante ello, Torres Graciano indica que es ahí donde se debe poner la mayor atención: en la unidad.
“Lo que puede dejarnos una división va a ser la contienda para la elección de candidatos a diferentes cargos”, sobre todo para el de gobernador, agregando que esta responsabilidad no recaerá solo en el nuevo dirigente, sino en todos los panistas.
Indicó que los debates internos son naturales dentro de los partidos, por lo que se debe más apostar por cuidar decisiones claras y de trabajo que tengan efectos positivos, no solo internamente, sino hacia afuera, con las elecciones presidenciales donde deberán abonar los mayores votos posibles.
En tanto, para el diputado Gerardo Trujillo, uno de los que pelea la dirigencia estatal, dijo que “hay que escuchar, hay que hablar, hay que buscar los puntos en que tenemos en común y no cerrarnos”, a fin de buscar al mejor candidato, con perfil para los guanajuatenses y que genere unidad y sume votos.
Para ello no se debe perder en cuenta que Guanajuato representa un peso fuerte a nivel nacional, “Guanajuato pesa no solo en un proceso electoral, Guanajuato tiene su propio peso específico histórico… pesa a todos los que vivimos en el estado de Guanajuato. A nivel nacional es representativo, es parte de los estados que tiene mayor número en votación y es una aportación importante para las elecciones federales”.
Por ahora, el objetivo será superar los votos que generó el PAN en Guanajuato en las contiendas de 2006 y 2012 y que lo consolidan, junto con Baja California Norte, Sonora y ahora Puebla, como uno de los estados más importantes para los panistas.
