Cabildo de León como un campo de batalla
Sólo les faltó aventarse las sillas para que la sesión de Ayuntamiento se convirtiera en un campo de batalla. Síndicos y regidores panistas arremetieron en contra del contralor José Cruz Hernández Moreno y del regidor José Arturo Sánchez Castellanos, a quien pidieron que dejara la presidencia de la Comisión de Contraloría, lo cual no sucedió.
Fue el síndico Braulio Monreal quien llegó más lejos al afirmar que existe una Contraloría “secuestrada por un regidor, o una Contraloría que se va por la libre”, y que el contralor “tapa” al regidor Sánchez Castellanos en el caso del presunto desfalco en Explora donde fungió como contralor interno; dijo que el actuar del órgano de fiscalización municipal es “oscuro”.
Los señalamientos del síndico Monreal siguieron, y dijo que aunque Sánchez Castellanos denunció a funcionarios de Explora por tráfico de influencias, no habló de cuando fungió como contralor interno de la descentralizada “en donde una persona, por cierto, creo que es recomendada del regidor Arturo Sánchez estuvo robando a manos llenas…se descuidó en esos tiempos el manejo del dinero y que ahora está saliendo”, dijo.
Además, el síndico puso en tela de juicio la calidad moral del contralor, “sí que comparezca el contralor pero ya no sé con qué autoridad moral puede hacer eso cuando se le ha visto en la actuación que todo aquello que pudiera involucrar un poquito a su jefe, es decir aquí a mi compañero regidor, empieza a tapar o empieza fastidiar y acosar a quien se anime a hacer cualquier pronunciamiento”, sostuvo.
Como respuesta, el regidor José Arturo Sánchez Castellanos sostuvo que lo pueden acusar de “tonto o negligente” pero no de “ratero”, esto por el caso del presunto desfalco en Explora, en donde fungía como auditor; además, dijo que la “estrategia” de los panistas para desprestigiar a la Contraloría es porque “ha descubierto las irregularidades y corrupción en esta administración, eso es lo que les duele”, sentenció.
Sin embargo, las críticas fueron secundadas por el síndico Raúl Márquez Albo, los regidores Ernesto Dávila e Ygnacio Villafuerte, y la regidora Cristina Rodríguez Vallejo, quien pidió a Sánchez Castellanos que dejara la presidencia de la Comisión de Contraloría; a lo cual el priista contestó que no renunciaría, y que si lo querían separar de dicha comisión lo sometieran a votación, aunque los panistas ya no hicieron la petición.
“…Si quieren que me vaya de la Comisión de Contraloría no tengo inconveniente, eso no va a detener que yo siga denunciando la corrupción y las irregularidades en esta administración”, sostuvo Sánchez Castellanos.
Asimismo, la regidora Rodríguez Vallejo señaló que Sánchez Castellanos o el contralor filtraron información respecto a una investigación que lleva la Contraloría en cuanto a un ex funcionario acusado de tráfico de influencias, mientras que el regidor priista le contestó que por órdenes de la secretaria del Ayuntamiento, Mayra Enríquez también se ha dado información a un periódico local.
Durante los 45 minutos que duró la discusión, el alcalde Ricardo Sheffield se dedicó a escuchar, y girar las órdenes para dar seguimiento a las observaciones y los extrañamientos hechos por los regidores y síndicos.
