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jueves, marzo 28, 2024

Fiestas de san Juan y presa de la…¿Yerbabuena?

“Hay ausencias que nos acompañan ,
como la sombra acompaña al cuerpo.”
A mi padre, a tres años de su partida

Según se ha leído en los medios locales en lo días recientes, algunos funcionarios municipales y regidores han propuesto llevar a cabo un cambio sustancial en las tradicionales fiestas de san Juan y Presa de la Olla de la capital del estado.
Dicho cambio implicaría trasladar los juegos mecánicos que regularmente se instalan en la calle -alrededor de dicha presa- hacia la deportiva de la Yerbabuena, con el argumento de contar con mayor espacio para ellos, así como no afectar la circulación.
Es cierto que cada fiesta que no dispone de un local propio, como son las nuestras, por estar ligadas a nuestros barrios, cortan la circulación, alteran las vialidades, generan molestias para vecinos, y muchas cosas más. Las fiestas de san Juan y Presa de la Olla no son la excepción, y por tanto, bajos esos argumentos podrían no ser las únicas en sufrir tal alteración.
Cito algunos de los muchos ejemplos que hay en la ciudad de Guanajuato, en algo que podría parecer una reducción al absurdo, pero que dadas las circunstancias tal vez no lo sea tanto:
Durante el mes de noviembre de cada año se llevan a cabo las “Iluminaciones” en diferentes barrios de nuestra ciudad, en las que la virgen visita a cada uno de ellos. Esto conlleva la colocación de un número importante de puestos de comida y venta de artículos diversos. A ello se agregan normalmente juegos mecánicos y la consiguiente toma de los espacios posibles en el barrio correspondiente.
Desde el 11 de diciembre por la tarde la calzada de Guadalupe es ocupada por puestos de comida, juegos mecánicos y peregrinaciones que llegan a dicho santuario. La fiesta se extiende hasta la media noche del día 12.
Precisamente en el presente mes de mayo hay una serie de peregrinaciones a la basílica, que concluyen con la llevan a cabo los mineros de esta ciudad, lo cual complica la circulación en la Plaza de la Paz y avenida Juárez.
Bajo los argumentos con lo que pretenden desmembrar las fiestas de San Juan y Presa de la Olla, me queda claro que hay un riesgo enorme de que más adelante nos propongan que éstas y muchas fiestas más se trasladen a lugares ajenos a cada una de ellas.
Parece que quien propone estos cambios no se han dado cuenta que nuestras tradiciones se ligan a nuestros barrios, que no distritos por cierto, como la señalética urbana ha querido bautizarlos, y que a pesar de las molestias que eventualmente causan, los guanajuatenses estamos muy orgullosos de ellas.
Es cierto, las fiestas no son como antaño, han ido cambiando y seguramente nuestros historiadores y sociólogos lo podrán explicar mucho mejor. Se me ocurre que cambian al ser eso, fiestas populares en las que la gente, el barrio va decidiendo como hacerlas. Ninguna de ellas es inmune a la música que hoy se oye, a lo que hoy se vende, a lo que hoy gusta a la gente, porque se trata de fiestas en que participamos todos.
Sin duda la fiesta de san Juan y Presa de la Olla puede tener otros complementos, pero es obvio que debe permanecer fiel a su esencia de barrio, y en este caso ese barrio es la Presa de la Olla, no la Yerbabuena.
Si como se ha dicho, la propuesta original viene de un empresario que se dedica a poner juegos mecánicos, se puede entender que no le importen las tradiciones del lugar donde monta su negocio; pero no a nuestras autoridades cediendo ante tal pretensión.
Decir que se trata sólo de una propuesta que el Ayuntamiento no ha resuelto, es cierto. Afortunadamente se han dejado oír, ahora sí, voces discordantes de otros regidores. Sin embargo, la sola pretensión de cambiar de ubicación parte de esa festividad es una ofensa para nuestras tradiciones.

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