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viernes, marzo 29, 2024

Forma y fondo

El pasado lunes 5 de noviembre, se presentó ante un nutrido auditorio congregado en la Alhóndiga de Granaditas, el documento titulado Guanajuato: Innovación y Territorio, mismo que, según se dijo en esta presentación, es considerado ya por el gobierno estatal como uno de los insumos más importantes para la elaboración del Plan de Gobierno 2012 – 2018.

No voy, en esta ocasión, a ocuparme en reseñar el contenido de este documento, cuyo objetivo general es ofrecer una visión de futuro respecto a la organización territorial de nuestro estado. Muchas cosas de las que se dicen en él son bastante conocidas, otras son novedosas y valdrá la pena analizarlas con atención. Lo interesante aquí, por el momento, es la forma en que se realizó el evento del lunes: en el formidable y muy significativo escenario de la Alhóndiga, con la presencia y participación del gobernador, con la asistencia de funcionarios federales, diputados locales y hasta un representante del equipo de transición de Peña Nieto. Es decir, muchas presencias, muchas representaciones, muchas credenciales. Y en este entorno, una gran ausencia: Bárbara Botello, alcaldesa de León.

Envuelto, como menciono, en un ropaje político importante, el documento de marras elaborado por la Fundación Metrópoli de Madrid al nada económico costo de un millón de euros cubierto por el gobierno federal y el gobierno estatal, nos habla entre otras cosas de la configuración de la metaciudad lineal León – Querétaro a lo largo del corredor industrial que se desarrolla de manera paralela a la carretera federal 45. Nada nuevo para el conocimiento, pero ciertamente algo de alto impacto y trascendencia para la vida actual y futura de nuestro estado, que por lo mismo merece el diseño de políticas públicas, programas y proyectos que atiendan, en sus consecuencias y posibilidades tanto negativas como positivas, este proceso agudo de metropolización en la región central de nuestro estado, que cada día se vuelve más real.

Ahora bien, lo que llama la atención de todo esto es que se presente a la sociedad un documento de planeación estratégica territorial en el cual la ciudad de León es factor clave, de primerísima importancia, del análisis que se hace y de las propuestas que se formulan, y la presidenta municipal de León no sólo no tenga participación destacada en el evento sino ni siquiera acuda al mismo. ¿Qué pasó? ¿No le avisaron? ¿Le avisaron y no le importó? ¿Dónde estuvo el cortocircuito?

Como quiera que haya sido, el asunto es señal de un muy probable, preocupante, desencuentro entre el gobernador Márquez y la presidenta municipal Botello. Señal de desencuentro que se amplía cuando se da a conocer ahora que la alcadesa Botello se reunió en estos días con un grupo de diputados locales para presentarles proyectos de infraestructura para León, que después el propio gobernador Márquez declaró públicamente no conocer. ¿Qué volvió a pasar? ¿Prefiere la alcadesa Botello dialogar con los diputados que con el gobernador? ¿Por qué el gobernador Márquez no ha sido enterado, de manera directa, de los proyectos que se están cocinando en la principal ciudad de la entidad? ¿Dónde estuvo, de nuevo, el cortocircuito?

Para los ciudadanos que deseamos que tanto la ciudad de León como el estado de Guanajuato se desarrollen y prosperen, que inicien por fin un camino de mejoría en la seguridad pública, en la generación de empleos, en la atracción de inversiones, en la creación de empresas, en la construcción de servicios públicos e infraestructuras, son preocupantes estas muestras de desencuentro entre dos poderes políticos que, no por ser de signo político distinto, dejan de tener responsabilidades comunes. Ni la ciudad ni el estado pueden avanzar si no lo hacen juntos. Ojalá quienes tienen que hacer la tarea de juntarlos, lo hagan ya e impidan que el posible actual desencuentro se convierta en divorcio. Nada bueno, para nadie, podría derivarse de ello.

e-mail: alenzmo@prodigy.net.mx

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