Al cumplir seis meses de arresto domiciliario, la página web WikiLeaks muestra en un video cómo es tratado su fundador, Julian Assange, por parte de las autoridades.
Cada día acude a la comisaría de Beecles, Norfolk, para acreditar que no intenta escapar. Muestra la pulsera electrónica que lleva en el tobillo y que permite que todos sus movimientos sean controlados.
Estas son las imágenes de un reportaje realizado por WikiLeaks donde las personas que viven a su lado el arresto domiciliario y que forman parte de sus más estrechos colaboradores, relatan las condiciones en las que vive el editor australiano.
“Le están tratando como a un animal enjaulado”, dice Sarah Harrison, una de sus colaboradoras.
Wikileaks considera que Assange está siendo sometido a aun trato injusto y desproporcionado, y que la petición de extradición por supuestas violaciones sexuales esconden maniobras políticas.
La página web que puso en jaqué al país más poderoso del mundo asegura que se pretende usar al país escandinavo como una escala para enviarlo de última instancia a Estados Unidos.
Por ello, instan al Parlamento Europeo a estudiar el caso de Julian Assange: estiman que las órdenes de extradición entre países miembros deben ser rechazadas cuando quede claro que existe una motivación política detrás de la orden de arresto.
Con información de agencias.
