La cuenta en Twitter de la cadena Fox, símbolo mediático de la derecha más conservadora de Estados Unidos, anunció este lunes la muerte de Barack Obama, víctima de dos disparos, después de que supuestos piratas informáticos lograron ‘colgar’ una serie de alarmantes mensajes en su TL (Time line o línea de tiempo).
Justo cuando los estadounidenses se preparaban para celebrar la gran fiesta nacional, el Día de la Independencia, miles de incrédulos visitantes de la popular web del canal pudieron leer cosas como ésta: «URGENTE: El presidente Barack Obama ha sido asesinado. Dos heridas de bala en la pelvis y en el cuello han sido demasiado para él. Es un triste 4 de Julio para América», rezaba uno de los seis ‘tuits’ publicados, y que la televisión, propiedad del magnate Rupert Murdoch, no retiró hasta pasadas varias horas.
Aunque directivos de la empresa pidieron disculpas y anunciaron la apertura de una investigación, el hecho ha vuelto a levantar un torrente de críticas contra un medio que se ha destacado por el incendiario lenguaje de algunas de sus estrellas contra el actual presidente. Nadie pone en cuestión la habilidad de los ‘hackers’ para perpetrar sabotajes como el de ayer, pero en la memoria de los estadounidenses hay otro momento reciente en el que un prestigioso presentador de informativos se vio envuelto en un incidente similar.
Sucedió el 2 de mayo, el día en que un equipo de operaciones especiales de la Marina, los Navy Seals, dio muerte a Osama Bin Laden. Con total tranquilidad, Will Thomson dijo en antena que los soldados habían acabado con la vida del presidente Obama.
No estaba en Iowa
A través de la etiqueta «ObamaDead» y de mensajes como «encontraremos al asesino», los piratas animaban a los más de 35.000 seguidores de la cuenta ‘Twitter’ de Fox especializada en política a difundir sus comentarios, algo que hicieron varias decenas de personas. Entre otras consignas, los ‘hackers’ tuvieron margen incluso para desear «mucha suerte» al actual vicepresidente, Joe Biden, «como nuevo presidente de Estados Unidos». «En tiempos de tanta locura, por fin una luz al final del túnel», escribieron.
Las actualizaciones de los mensajes fueron rápidamente rebotadas a miles de sitios y microblogs, propiciando destacados titulares en todo el mundo. Quizás porque no es la primera vez que se propaga un bulo de tal calibre, la reacción en Estados Unidos fue bastante limitada, y ni siquiera la Casa Blanca se decidió a emitir comunicado alguno sobre el asunto.
Sí era de dominio público que Obama no se encontraba en Iowa -los piratas situaron el falso magnicidio en un restaurante de ese Estado- sino en la capital federal en compañía de su familia y amigos, con quienes planeaba disfrutar de una barbacoa y de los inevitables fuegos artificiales del 4 de Julio.
Tras la pista del “chistoso”
El Servicio Secreto de Estados Unidos informó ayer que investigará la intromisión. Su portavoz, George Ogilvie, dijo que la agencia, cuyo trabajo es proteger al presidente, conducirá una investigación sobre el falso reporte y le dará “apropiado seguimiento”.
Con información de agencias.
