Las autoridades mantenían a media tarde un férreo despliegue de seguridad que impedía el acceso a la zona donde fuerzas de EEUU abatieron esta madrugada a Osama Bin Laden en esta ciudad del norte de Pakistán.
Aunque algunos periodistas lograron entrar por la mañana en el barrio de Pilal, donde se encuentra la mansión en la que se refugiaba el líder de Al Qaeda, el Ejército acordonó después el area en un perímetro de dos a tres kilómetros.
“Hay cosas que hay que mantener a cubierto”, dijo a Efe un soldado paquistaní en uno de los puestos de control emplazados en la zona exterior del cordón de seguridad.
La muerte de Bin Laden ha sido recibida por la población de Abbotabad con indiferencia cuando no con incredulidad.
La ciudad, a 60 kilómetros de Islamabad, de corte residencial y situada en un valle entre montañas, permanece tranquila y la gran mayoría de la población ha continuado con su rutina diaria.
Bin Laden fue tiroteado y muerto en una mansión de tres plantas, valorada en un millón de dólares y ubicada no lejos de la prestigiosa academia militar de Kakul, centro de formación de los cuadros del Ejército de Pakistán.
