México, 22 Abr. (Notimex).- Con la distribución de cestos y contenedores de basura ubicados en las zonas arqueológicas abiertas al público del país, además de la instrumentación de acciones para el manejo integral de los residuos, el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) ratifica su compromiso con el medio ambiente en el Día Internacional de la Madre Tierra.
De acuerdo con Antonio Huitrón Santoyo, director de Operación de Sitios del Instituto, esta iniciativa forma parte de la implementación del Sistema de Manejo Ambiental del INAH y contribuye con el Programa de Fortalecimiento de Zonas Arqueológicas.
Dicho plan de trabajo, expuso, se enfoca a mejorar sus condiciones tanto para la prestación de servicios a los visitantes como para el desarrollo eficiente de las tareas de operación, protección e investigación.
A través de un comunicado, el INAH informó que dotará de tres mil cestos para la basura, 300 contenedores y 100 transportadores de residuos a los sitios arqueológicos.
“Pareciera que el tema de un bote de basura es trivial, pero en el manejo de un espacio patrimonial, donde los valores culturales y el medio ambiente son aspectos que se protegen y se conservan, debemos ser responsables”, sostuvo Huitrón Santoyo.
El titular de la Dirección de Operación de Sitios (DOS) explicó: “Buscamos que el mobiliario que estará en las áreas abiertas a la visita pública se integre visualmente al contexto, además de ser funcional para el cumplimiento de las normas de gestión de residuos”.
A decir de la fuente, la zona arqueológica de Teotihuacan es el sitio patrimonial más visitado en México, por esta razón se decidió que el proyecto iniciara en este lugar.
El programa continúa en las zonas arqueológicas de Tula y Querétaro, y en los próximos tres meses se extenderá al centro del país: Puebla, Tlaxcala, Morelos, Hidalgo, Estado de México y Distrito Federal, con miras de que para junio ya se haya cumplido la meta de dotar de equipo a todos los sitios.
“Es la primera vez que el INAH instrumenta una estrategia de cobertura nacional para atender el tema, que además permitirá homologar y mejorar la imagen de los equipamientos en las zonas arqueológicas”, comentó Huitrón Santoyo.
Como resultado de un análisis realizado por especialistas de la DOS, los cestos se elaboraron en forma cilíndrica con paredes rectas que semejan el tronco de un árbol y tendrán una cubierta en forma de domo, a fin de evitar que el agua entre en ellos y que los desechos estén al aire libre, así como la intromisión de fauna nociva.
Otro aspecto importante de destacar es la textura de estos “troncos”, pues tienen espinas, cortezas o cáscaras según el entorno de los espacios patrimoniales donde se encuentren.