En una rueda de prensa el Arzobispo de León, José Guadalupe Martín Rábago pide se frenen las prácticas delictivas por parte de organizaciones del crimen organizado y a la violencia cotidiana que muchas veces se oculta pero también es grave, les pide se arrepientan y lo hace con una invitación fuerte de, ¡ya basta!
“Nos dirigimos particularmente a quienes por cualquier razón se han involucrado en las diversas formas de crimen organizado, y les decimos también a ellos Dios los llama a la conversión y su perdón está siempre dispuesto pero deben arrepentirse”, comenta el Arzobispo.
Después de encabezar la misa dominical el Arzobispo hace un llamado a reconocer que no se ejercen los valores humanos ni cristianos en la familia ni dentro de la sociedad, por eso se une al llamado que han hecho en la iglesia a que se retiren del negocio en todos los sentidos para obtener el perdón y los invita a cambiar y a sanar la relación con Dios.
“Arrepiéntanse y cambien de vida, busquen la vida y no la muerte, Dios está siempre dispuesto a perdonarles, sólo les pide que reconozcan sus errores que se arrepientan de ellos que reparen los daños y se retiren de esta actividad de muerte”, advirtió el Arzobispo.
Por otro lado aprobó el proyecto de Iniciativa por parte de los medios de comunicación para sumarse a favor de la paz.
Además prefirió No ahondar en temas políticos con lo referente a la Secretaría de Salud y los cambios que se han efectuado, solamente calificó de “aberrante”, la corrupción y la deshonestidad y dijo es condenable.
En el caso de las manifestaciones que se han suscitado por un lado la de católicos a favor de la vida y por otro el respeto e igualdad a personas homosexuales y de los enfrentamientos el pasado 20 de marzo, pide respeto mutuo y tolerancia, ya que es un derecho constitucional y dijo no ser significante lo ocurrido por ser un grupo pequeño.
“Una cosa son los rechazos en las ideas, podemos no coincidir en ideas y eso no es ser intolerante, la intolerancia está en la agresión a otro que manifiesta sus agresiones, eso es la intolerancia y es condenable”, explicó el Arzobispo.
En el tema de las uniones libres y los números que van aumentando según el INEGI por personas que prefieren vivir con este estilo de vida, advirtió que se está destruyendo a la familia e invitó a recapacitar y a fortalecerla.
“Cuando se destruye la familia se destruye la célula básica de la sociedad”, comentó.
Con respecto a los indígenas y el trato que se les da por parte del municipio, se mostró preocupado ya que tiene un contacto cercano con estos grupos vulnerables por su condición y que no puede ignorarse, porque son seres humanos y merecen respeto.
“No ignorar esta realidad sino darle causa a una comunidad que tiene necesidad también de sobrevivir y que como digo la va pasando en general bastante mal”, afirmó.