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martes, abril 23, 2024

La crisis en Fukushima está próxima a estabilizarse

La Comisión Reguladora de la Energía Nuclear (NRC) de EEUU ha informado que los sistemas de contención en tres reactores de la central nuclear nipona de Fukushima están intactos de momento y que la crisis está “próxima” a estabilizarse.

“La contención en los reactores número 1, 2 y 3 parece estar funcionando”, ha señalado el director ejecutivo de la NRC, Bill Borchardt.

Sin embargo, el funcionario ha explicado que se desconocen las causas del humo gris que salía este lunes del reactor 3. “La causa del humo no se conoce, pero sabemos que no ha habido un aumento de la temperatura o de la radiactividad”, ha afirmado Borchardt.

Dos horas después de la aparición del humo, técnicos de la central aseguraban que el humo había disminuido. También afirmaron que los niveles de agua y presión dentro del reactor afectado no habían registrado cambios importantes.El primer ministro japonés, Naoto Kan, ha asegurado que hay progresos “lentos, pero firmes” para controlar la crisis en la planta nuclear de Fukushima, donde continúan las labores para enfriar los reactores y restaurar la electricidad.

Mientras, la radiactividad en la zona se ha extendido a algunos alimentos como la leche, las espinacas o una verdura local similar conocida como “kakina”.

El descubrimiento desató la alarma entre los consumidores pese a que el Gobierno insiste en que el nivel de radiación, si bien está por encima de los límites legales, no es dañina para la salud excepto si los alimentos se consumen de forma prolongada.

Como medida “de precaución” se restringió la distribución de leche, espinacas y “kakina” procedente de Fukushima, y en las provincias vecinas de Ibaraki, Gunma y Tochigi se limitó la venta de estas dos últimas verduras.

El ministro portavoz, Yukio Edano, instó a los ciudadanos a no caer en el pánico y actuar con calma y aseguró que los productos que ya salieron al mercado “no van a causar ningún daño a la salud de los consumidores”.

Los controles han detectado la existencia de sustancias radiactivas en el agua de nueve provincias, incluida Tokio, la capital, aunque también en este caso las autoridades insisten en que los niveles están muy por debajo de los límites y no representan peligro.

La única excepción se da en la propia provincia de Fukushima, donde las autoridades recomiendan no beber agua corriente.

La contaminación en los alimentos se perfila como un serio revés para los agricultores, aunque el Gobierno japonés dejó ver que habrá indemnizaciones para aquellos afectados y aseguró que tomará medidas para evitar que los precios se disparen.

Con información de agencias

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