No se sabe si movido por instrucciones precisas de su jefe Juan Manuel Oliva o tan sólo por su celo personal, este lunes el secretario particular Román Cifuentes, dedicó todas sus energías a hacer llamadas a sus compañeros de Consejo, desde su lugar 68 en la lista.
La consigna: ahora vamos con todo a favor de “la guera” Alejandra Reynoso. Los efectos: casi nulos.
No podía ser de otra manera, cuando todavía ni siquiera se emite la convocatoria para renovar la presidencia del comité estatal, cuando se avecina la Semana Santa en la que toda actividad polìtica tiende a cero y cuando, luego de la larga y agotadora asamblea, nadie quiere saber mucho de intríngulis partidistas.
Así que, para tener alguna posibilidad de éxito, Román deberá reeditar sus esfuerzos después de Pascua.
Por lo menos, dijeron algunos de los receptores de las llamadas, ya no se promueve a sí mismo como cuarto en discordia. Bueno, parece que algo aprendió tras la lección del 10 de abril.
