- Publicidad -
viernes, abril 19, 2024

La última batalla del Yunque

El tema ya no es la hipotética licencia con un aún más hipotético destino en la ciudad de México. Ese invento de funcionarios aduladores y periodistas carentes de nota, ha quedado atrás. Ahora, el tema duro en el seno del gobierno de Juan Manuel Oliva es el camino mediante el cual saldrá adelante la sucesión a favor del grupo político que ha ostentado el poder los últimos diez años en Guanajuato.

Hay que precisar, ante la abundancia de desinformación, que el grupo conformado por Oliva, primero como secretario general y presidente del PAN, después como secretario de Gobierno y Gobernador, no se conforma únicamente por militantes de la extrema derecha de su partido, sino que se trata de una alianza amplia de yunques y no yunques que resultó, sobre todo, tremendamente funcional.

A la llegada de Oliva a la gubernatura, la presencia de sus viejos camaradas de militancias extremas se acrecentó en el gabinete, sumándose a la de los panistas de las redes conformadas desde varios años antes por él mismo, además de un funcionariado profesional legado por anteriores administraciones.

Así, de un lado se formaron Gerardo Mosqueda, Alberto Diosdado, Juan Carlos López, Jorge Armando Aguirre, Baltasar Vilches, Raúl Monjaraz; en el segundo nivel, respondían a esta misma línea subsecretarios como Tomás López, Luis Alberto Ramírez Valenzuela y Gabriel Gil; directores como Luz María Ramírez y Agustín Casillas.

En la otra parte estaban panistas como Gustavo González, Genaro Carreño, Miguel Márquez, Luis Quiroz, Román Cifuentes; los profesionistas sin militancia, por lo menos en el arranque del sexenio, como Daniel Chowell y Héctor López Santillana, se alinearon en este grupo.

En la recta final del gobierno de Juan Manuel Oliva, en una vorágine que se ha acrecentado por procesos como el de la elección del nuevo dirigente partidista y, principalmente, por la decisión del partido sobre el próximo candidato a gobernador, la división cunde entre estas dos alas del equipo gobernante.

El propio Oliva no ha permanecido impasible. En una oscilación pendular, su intento de romper con al ala extremista, objetivado en la decisión de separar a Gerardo Mosqueda de su equipo, ha originado fuertes presiones, incluso de índole nacional por parte de personajes como el gobernador Marco Adame, de Morelos, que han provocado el regreso del mandatario al redil yunquista.

La pugna entre yunques y moderados tiene hoy como campo de batalla la elección del nuevo dirigente panista, evento en el que, por cierto, la disidencia que representa el Grupo de la Loma se ha quedado como simple compañero de viaje, sin mayores protagonismos.

En torno a la diputada Alejandra Reynoso se aglutina el extremo derecho del cuadrante panista y el propio Oliva; en torno a Gerardo Trujillo y Arturo Navarro, que muy probablemente terminen estableciendo una alianza, confluyen las corrientes moderadas que por el momento se aglutinan en torno a personajes como Fernando Torres Graciano, Ricardo Torres Origel, Miguel Márquez, Miguel Salim y Jorge Estrada Palero, entre otros.

Lo que está en juego no sólo es el control del partido, lo que desde luego no es menor. Más importante aún será la posibilidad de que asome a la madurez una corriente panista que deje de ser deudora de los abismos del pensamiento ultraderechista y que logre, por primera vez, sacar adelante un proyecto de candidatura a gobernador despojada de esos resabios. Sería un paso histórico.

Arnoldo Cuéllar Ornelas
Arnoldo Cuéllar Ornelashttp://arnoldocuellar.com/
Arnoldo Cuéllar Ornelas. @arnoldocuellaro. Periodista, analista político. Reportero y columnista en medios escritos y electrónicos en Guanajuato y León desde 1981.

ÚLTIMAS NOTICIAS

ÚLTIMAS NOTICIAS

LO MÁS LEÍDO