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viernes, abril 26, 2024

Las dubitaciones de Oliva

La carrera por la dirigencia estatal del PAN, a resolverse en los próximos dos meses, ha adquirido una dinámica propia que amenaza con sacar a flote todas las contradicciones de la clase política que ha tenido la hegemonía del gobierno en Guanajuato por los últimos dos sexenios.

De los cuatro aspirantes apuntados, uno es de decoración. Se trata, precisamente, del hermano del gobernador, Jaime Oliva, a quien ni siquiera el peso del apellido le ayuda.

Otro de los postulantes, el secretario general del Congreso Arturo Navarro, ha avanzado de manera sustancial para curar las heridas que su intento de independencia había causado en el grupo de control del panismo, pero no le será suficiente más que para ser un comodín en los reacomodos que se vienen y, de paso, rehabilitar su carera política.

Restan dos competidores que correrán el derby final: el local, Gerardo Trujillo; y la visitante, Alejandra Reynoso. Aquel con un firme apoyo del panismo que ha crecido en los últimos años en Guanajuato; mientras que la diputada federal se refugia en el apoyo de los añejos grupos de la ultraderecha.

Quizá el mayor apoyo de Reynoso no provenga únicamente de los cada vez más escasos integrantes del Yunque, descabezado desde la salida de Gerardo Mosqueda de la Secretaría de Gobierno, sino básicamente de las dudas hamletianas que afectan a Juan Manuel Oliva, quien no deja de sentir el terrible complejo de culpa de haber cortado por lo sano sus viejas militancias de la juventud.

Así, la confrontación final entre Trujillo y Reynoso no dirimirá únicamente el proyecto panista de los próximos años para Guanajuato, sino que también podría decidir entre el fin de la dominación yunquista sobre el partido o un renacimiento de la misma.

Sin embargo, no termina allí. Por efecto de los vasos comunicantes, que se ramifican en la política nacional en este momento, y la complejidad de las alianzas posibles, al respaldar a Alejandra Reynoso, Juan Manuel Oliva puede estar sembrando, sin proponérselo, el desenlace de su propia sucesión.

Con una carrera más sólida en el CEN del PAN que en Guanajuato, por efecto de la cercanía lograda con César Nava durante su militancia juvenil, Reynoso puede ser la ventana de oportunidad que se está esperando desde el gobierno federal para operar a favor de la candidatura del secretario de Salud, José Ángel Córdova, desde el interior del panismo estatal.

El tema no es menor y puede no ser casual. Mucho se ha hablado de la posibilidad de que Oliva negocie su apoyo a Miguel Márquez a cambio de proseguir su carrera política en el ámbito nacional, con el apoyo de Felipe Calderón. Tratar de sacar adelante la candidatura de la diputada federal podría ser una manera de sacar las castañas del fuego con la mano del gato.

Sin embargo, la asignatura no parece fácil. Aún con el empuje de Oliva a la candidatura de la güera Reynoso, la resistencia del panismo autóctono a ser llevada al baile con componendas nacionales, puede colocarlo en la tesitura de sufrir una dolorosa derrota.

De ser así, el mandatario, tan recuperado a últimas fechas en su autoestima y su margen de maniobra, padecería un descalabro que se antoja innecesario, todo por la extraña combinación de lealtad a sus viejos atavismos y componenda con un futurismo todavía muy descolorido.

 

Arnoldo Cuéllar Ornelas
Arnoldo Cuéllar Ornelashttp://arnoldocuellar.com/
Arnoldo Cuéllar Ornelas. @arnoldocuellaro. Periodista, analista político. Reportero y columnista en medios escritos y electrónicos en Guanajuato y León desde 1981.

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