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viernes, mayo 23, 2025

Las empresas necesitan ser más éticas y evitar casos de corrupción como Oceanografía, afirma experto

SEGUNDA PARTE

VER LA PRIMERA PARTE: La corrupción en México encumbra cada sexenio a empresarios que luego se desploman, dicen expertos

Ciudad de México, 9 de marzo (SinEmbargo).- La fiscalización de recursos en el país generalmente se centra en las dependencias de gobierno que, por ser entidades públicas, están obligadas a rendir cuentas para evitar nuevos casos de corrupción, manejo irregular de recursos y favoritismos por parte de la cúpula del poder, Sin embargo, especialistas consideran que es tiempo de que las empresas también se somentan a un estricto esquema de vigilancia para evitar que ocurran nuevos casos de corrupción en complicidad con el poder, como sucedió en el caso de Oceanografía, una compañía que se vio favorecida por dos administraciones panistas: la de Vicente Fox Quesada y la de Felipe Calderón Hinojosa.

Julio Cal, profesor de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) asegura que si bien es cierto que existen mecanismos para fomentar la transparencia, no existe un seguimiento puntual de los casos y resalta la necesidad de generar un cambio para que cada vez más empresas entiendan que los nexos con el poder no son lo que necesariamente les da el éxito.

“Hay empresas que no tienen relación [con importantes funcionarios] y son muy exitosas, como las que están exportando partes para turbinas de aviones, con trabajadores que acaban de salir de ingeniería. Hay que salir de esa idea de que es un mal endémico”, señaló.

Aquí la segunda parte de los empresarios caídos en desgracia luego de ser cercanos al poder.

6. ALBERTO ABED

Taesa era una de las empresas de Alberto Abed. Foto: Cuartoscuro

Taesa era una de las empresas de Alberto Abed. Foto: Cuartoscuro

El nombre de Alberto Ángel Abed Schekaiban, se hizo famoso en la década de los 90 al ser mencionado como presunto prestanombre de Carlos Hank Rhon, hijo del priista Carlos Hank González, uno de los pilares del llamado Grupo Atlacomulco.

Abed fue piloto privado de Aerolíneas Ejecutivas (ALE), una empresas de taxis aéreos, que transportaba a empresarios, políticos, jefes de Estado y artistas.

Junto con su hermano había comprado un avión que operaba como taxi aéreo, después pasó al segmento de los vuelos charters y finalmente con una inversión de 500 mil dólares, el apoyo de sus hermano y un grupo de inversionistas encabezados por Hank Rhon fundó Taesa, la primera aerolínea de bajo costo de México.

“De aquí las especulaciones” de que era prestamista de Hank, según explicó Abed recientemente a la revista Expansión.

Taesa entró en competencia con Aeroméxico y Mexicana de Aviación, al ofrecer tarifas hasta 30% más baratas. No obstante, la crisis de mediados de los 90 golpeó al fuertemente al sector: por un lado, se desató una guerra de precios que llevó a tener tarifas de menos de 100 pesos. Luego vino la devaluación en diciembre de 1994 y con ello aumentaron las deudas de las aerolíneas, cotizadas en dólares, y la caída en sus ingresos por falta de demanda.

Taesa sobrevivió a ese primer coletazo de la crisis; no obstante, la aerolínea tuvo constantes problemas regulatorios y de mantenimiento, además de problemas con el sindicato, terminando con un accidente, el del vuelo 725 en el que murieron 18 personas a bordo de un DC-9-31.

Este accidente derivó en la suspensión de la licencia, lo que aceleró su posterior quiebra. Debido al accidente, la aerolínea fue sometida a una inspección profunda por la DGAC y su retorno a operaciones estuvo supeditada a cumplir con ciertas exigencias de seguridad, pero antes de llegar a cumplirlas la aerolínea se declaró en quiebra, esto fue el 21 de Febrero del 2000.

Alberto Ángel fue objeto de una investigación del Departamento del Tesoro de Estados Unidos por el supuesto delito de lavado de dinero.

La autoridad estadounidense escudriñó todos los movimientos financieros de quien fuera el último dueño de la extinta aerolínea Transportes Aéreos Ejecutivos S.A. (TAESA). El análisis se centra en las operaciones ejecutadas en instituciones financieras radicadas en Miami y Nueva York.

Las autoridades estadounidenses mantuvieron bajo sospecha el proceso de quiebra de la aerolínea, ante la duda de que sus dueños habían extraído ilegalmente dinero del sistema bancario de EU para trasladarlo a paraísos fiscales.

La investigación se basó en que la declaración de quiebra de Taesa, se debió a un manejo irregular de los recursos presuntamente triangulados a varias empresas constituidas y operadas en México, Suiza, Estados Unidos, Luxemburgo e Irlanda.

El análisis del Departamento del Tesoro también abarca las operaciones relacionadas con la compra de aeronaves destinadas a la empresa Servicios Integrales de Aviación S.A. (SIASA), constituida en sociedad con Jaime Ross Castillo, preso desde 2004 en el Reclusorio Sur por su supuesta responsabilidad en el delito de lavado de dinero.

Abed también ha sido ligado al político tabasqueño y ex candidato presidencia priista Roberto Madrazo Pintado, ya que SIASA había firmado en 2002 un contrato de prestación de servicios con el Partido Revolucionario Institucional (PRI).

7. RAYMUNDO GÓMEZ FLORES

Gómez Flores (centro) en 2004 en su etapa como Senador. Foto: Cuartoscuro

Gómez Flores (centro) en 2004 en su etapa como Senador. Foto: Cuartoscuro

La de Raymundo Gómez Flores es una historia de riqueza ligada al salinismo que le permitió convertirse en accionista mayoritario de Minsa, Grupo Geo y Dina. En 1989, el empresario tapatío, junto con otros dos inversionistas compró a precio de ganga el 66.73% de la entonces empresa pública Diesel Nacional (Dina); en 1991 se hizo acreedor del también nacionalizado Banca Cremi, que posteriormente vendió a Carlos Cabal Peniche.

Su nombre apareció varias veces entre los beneficiados por el Fondo Bancario de Protección al Ahorro (Fobaproa), gracias a la cesión, a precio de ganga, de empresas públicas.

Con el Grupo Estrella Blanca, por ejemplo, él obtuvo un rescate de mil 489 millones de pesos; con Financiera Reforma, donde fue socio de Cabal Peniche, el rescate fue por 251 millones de pesos, asimismo el gobierno le compró una deuda de 780 millones de pesos adquirida a título personal.

En el año 2000 Dina empezó a caer al registrar una caída de 78% en sus ventas, registrando una pérdida de 980 millones de pesos.

En todos los foros donde se le permitía, Gómez Flores siempre platicaba que había luchado desde los 17 años trabajando fuerte con un carrito de hot dog que llevaba a diario a la facultad de Arquitectura en la barranca de Huentitán, donde tenía ventas de hasta 300 pesos diarios.

Dina construía maquinaria y equipo, principalmente camiones pesados, tracto camiones, camiones, automóviles y motocicletas, la mayoría de ellos con tecnología propia.

A lo largo de los años, trabajó con FIAT (fabricaba un camión pesado con motor diesel, 1952), Renault (fabricaba partes y ensamble de los autos de esa marca, 1960), después comenzó a producir los ómnibus Dina conocidos como delfines (1970). Los contratos previos terminaron.

Fue la década de los 90 el mejor momento de la empresa: cotiza en la Bolsa Mexicana de Valores y en el NYSE y más aún… aprovecha los acuerdos comerciales de México y se lanza a otros mercados: Chile, Colombia, Ecuador, Perú, Venezuela, Guatemala, El Salvador, Costa Rica, Argentina, República Dominicana y Bolivia.

Para 2003, la empresa, como tal, había desaparecido; en su momento llegó a emplear a más de 3 mil personas directa e indirectamente en el mundo, pero ante la situación, liquidó a todo su personal, vendió todos sus activos y debió cubrir una deuda de 192 millones de dólares.

Gómez Flores siempre se ha definido como un empresario del PRI, por ello, en el pasado fue Senador por ese partido

“Acepté ser candidato a senador porque me lo pidió el Presidente Zedillo, pero nunca busqué el cargo”, dijo en una entrevista.

8. JOSÉ SUSUMO AZANO MATZURA

Durante el sexenio de Calderón, el empresario fue el contratista estrella de la Sedena. Foto: utsandiego.com

Durante el sexenio de Calderón, el empresario fue el contratista estrella de la Sedena. Foto: utsandiego.com

El que fuera uno de los empresarios ligados al calderonismo y uno de los principales contratistas de la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena).

El 20 de febrero, Susumo Azano fue presentado ante una corte federal de San Diego, Estados Unidos, acusado de canalizar donativos ilegales a políticos estadounidenses por más de 500 mil dólares.

Azano Matsura también es investigado en México por la Procuraduría General de la República (PGR) acusado de presunto lavado de dinero.

Está vinculado con la empresa Security Tracking Devices, la cual vendió a la Sedena –entre marzo de 2011 y marzo de 2012– equipo de espionaje por 5 mil 513 millones de pesos, sin licitación y con un sobreprecio de más de 800 por ciento, según información extraoficial.

La venta del equipo de espionaje y la falta de transparencia en la adjudicación de la millonaria compra generó revuelo en el Ejército, incluso en el medio castrense se dice que dicha información impactó negativamente en la figura del entonces director de administración de la Sedena, el General Moisés García Ochoa, quien antes de la publicación de esa información era uno de los más fuertes aspirantes a ser designado titular de la dependencia en el gobierno de Enrique Peña Nieto.

En Estados Unidos es ilegal que un extranjero contribuya en campañas electorales. Un fiscal federal aseguró que Azano Matsura canalizó recursos al ex alcalde Bob Filner, entre otros políticos.

Azano es arquitecto de profesión, tiene su residencia en la isla Coronado, del condado de San Diego, además de diversas propiedades en Estados Unidos.

Su carrera empresarial inició a finales de los años 70, cuando amplió una compañía constructora de su propiedad y años después se especializó en la construcción de naves industriales para empresas trasnacionales en Jalisco.

Fue demandado por una trasnacional debido a que una obra encargada no cumplía con las obligaciones contraídas y estuvo preso varios meses.

Posteriormente se convirtió en proveedor de placas vehiculares e impresión de hologramas para diversos estados del país.

Se presume que en diferentes etapas de su carrera empresarial, Azano Matsura tuvo vínculos estrechos con César Nava, secretario particular del entonces presidente Felipe Calderón y ex dirigente nacional del PAN; Francisco Ramírez Acuña, ex Gobernador de Jalisco y ex Secretario de Gobernación, y el Senador y ex Secretario de Hacienda, Ernesto Cordero, entre otros.

9. AMADO YÁÑEZ OSUNA

Foto: Especial

Foto: Especial

A mediados de febrero estalló en el país el escándalo de la empresa Oceanografía, dirigida por Amado Yáñez Osuna, un hombre de negocios cercano a los hijos de Martha Sahagún, esposa del ex Presidente de México, Vicente Fox Quesada.

También incursionó en el negocio del futbol mexicano, pues actualmente es dueño de los Delfines del Carmen y los Gallos Blancos de Querétaro.

La empresa está señalada en varios casos de corrupción que involucran a Petróleos Mexicanos (Pemex), Citigroup y Banco Nacional de México (Banamex), por lo que tanto Estados Unidos como México la investigan.

La Comisión de Bolsas y Valores de EU (SEC) indaga a la firma de servicios financieros con sede en Nueva York por fraude contable, mientras que en México, el titular de la Procuraduría General de la República (PGR), Jesús Murillo Karam, informó que la dependencia a su cargo investiga a Oceanografía por lavado de dinero.

Las investigaciones no han arrojado la responsabilidad de una persona en particular, entre ellos los hijos de Martha Sahagún de Fox, quienes habrían beneficiado a la compañía de Yáñez Osuna para obtener contratos de la paraestatal durante los sexenios de los ex Presidentes panistas Vicente Fox Quesada y Felipe Calderón Hinojosa.

“Todavía no, hemos sido muy cuidadosos de tener todos los elementos para empezar a fijar las responsabilidades de quienes las tengan. Todavía no he fijado cuáles son los presuntos, no hemos terminado el trabajo de fijación de responsabilidad. Hasta este momento no tenemos fijada la responsabilidad de nadie, no podría yo decir que sí ni que no”, afirmó Murillo Karam.

La PGR aseguró los bienes de la empresa ligada a Manuel, Fernando y Jorge Bribiesca, luego de que el grupo bancario Citigroup divulgara un fraude de al menos 400 millones de dólares en préstamos en su unidad Banamex en México.

De acuerdo con Citigroup, en el tercer trimestre de 2013 tuvieron problemas con cerca de 300 millones de dólares de préstamos de Banamex a tres constructoras mexicanas. La compañía explicó que a través del banco mexicano había extendido créditos por aproximadamente 585 millones de dólares a Oceanografía SA (OSA), una compañía de servicios petroleros que trabaja para Petróleos Mexicanos y que obtenía los fondos para financiar sus operaciones con Pemex.

Rabobank Group, uno de los bancos más importantes de Holanda podría ser otro de los afectados por los fraudes de la empresa mexicana Oceanografía, pues en su último reporte financiero informó que se le debían 220 millones de euros.

De acuerdo con el diario Reforma, el segundo banco más importante de los Países Bajos -y por sus utilidades, 11 veces más grandes que Banamex- podría no recuperar lo equivalente a más de 4 mil millones de pesos obtenidos por Oceanografía a través de su filial Caballo Frión Arrendadora.

Con este dinero se logró la compra de nueve embarcaciones destinadas a cumplir con contratos de Petróleos Mexicanos (Pemex).

Luego de descubrir el fraude que Oceanografía hizo a Rabobank Group, la firma bancaria tuvo que rebajar 3 mil 177 millones de pesos a sus utilidades de 2013.

Mientras el dueño de Oceanografía, Amado Yáñez Osuna, gestionaba contratos millonarios con Petróleos Mexicanos (Pemex) gracias a su cercanía con funcionarios y familiares ligados al poder político, a quienes paseaba en sus aviones y los complacía con costosos regalos, sus trabajadores eran castigados al no recibir a tiempo sus salarios.

Los empleados de Oceanografía, que desde el sexenio de Vicente Fox Quesada y hasta 2013 se convirtió en una de las principales proveedoras de Pemex, denunciaron que no han recibido su sueldo hace meses, además de que algunos carecen prestaciones y de cobertura médica desde 2010.

10. ALFONSO ROMO GARZA

Alfonso Romo, uno de los empresarios más cercanos al poder. Foto: YouTube

Alfonso Romo, uno de los empresarios más cercanos al poder. Foto: YouTube

Empresario de cuna y parte del poderoso Grupo Monterrey, Alfonso Romo siempre fue cercano al poder, no importa el partido que lo ostente.

Después de haber sido uno de los hombres más exitosos del país, hizo una serie de apuestas fallidas a finales del siglo pasado tuvo que deshacer Seminis, el principal activo de controladora Savia, un imperio de biotecnología de 4 mil millones de dólares para pagar sus deudas que llegaron a alcanzar hasta los mil 300 millones de dólares.

En sus días como exitoso hombre de negocios, Romo competía con Carlos Slim en algunos sectores, como la producción y comercialización de cigarros a través de Cigarrera La Moderna (que después fue vendida a la multinacional inglesa The British American Tobacco); era parte del Consejo de Televisa; en los pasillos del empresariado se decía que era el “jefe” del Secretario de Hacienda durante el sexenio de Carlos Salinas de Gortari, Pedro Aspe Armella.

Pero así como amasó una gran fortuna, también tuvo una estrepitosa caída: quebró a sus principales compañías y para salir de deudas tuvo que deshacerse de casi todo su gran grupo. Le fue mal en los negocios, entre otras razones por que dedicaba más tiempo a sus caballos que a vigilar sus inversiones.

Hacia el año 2004 inició el remate de sus principales activos: Seguros Comercial América a ING y algunas plantas de Empaques Ponderosa a la Organización Editorial Mexicana (OEM) para financiar la expansión de Seminis, empresa que logró controlar el 22% del mercado internacional de semillas, pero ante el embate de grupos ambientalistas, principalmente, Greenpace, que promovieron campañas en contra del consumo de alimentos genéticamente mejorados, tuvo que modificar sus expectativas y planes de negocios, por lo que terminó por vender los activos de Seminis a su competidor estadounidense Monsanto.

Romo fue también el primer empresario en mostrarse abiertamente como seguidor de un candidato de izquierda a la Presidencia de México, Andrés Manuel López Obrador, después de haber sido promotor de la campaña del panista, Vicente Fox.

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