Tres dirigentes de la Oficina de Control de Alcohol, Tabaco y Armas (ATF) en Estados Unidos son los que vigilaban las operaciones del operativo “Rápido y Furioso”.
El Comité encargado de las investigaciones del dispositivo, identificó a Kenneth Melson, director de la ATF, y Darrel Issa, funcionario que recibía informes del operativo, por un correo electrónico que pedía asesoramiento, el cual se dio a conocer en la audiencia legislativa.
Asimismo, también esta implicado el subdirector de la ATF Billy Hoover, quien estaba al tanto del curso de las operaciones.
Los tres agentes especiales de la Oficina de Control de Alcohol, Tabaco y Armas, se presentaron ante el Comité Supervisor de la Cámara Baja que conduce las investigaciones sobre la operación “Rápido y Furioso”.
La operación consistía en dejar pasar más de 2 mil 500 armas de alto poder a México, contrabandeadas a través de las aduanas de Arizona a sabiendas que irían a los cárteles de las drogas.
La estrategia era rastrear el destino del arsenal y capturar posteriormente a los receptores de ellas, sin embrago se perdió el rastro.
Los republicanos quieren saber quién dio la orden para que se le juzgue, sospechan que se está cubriendo la información para proteger a altos funcionarios, no sólo de la ATF, sino a quienes dieron las órdenes y ocultaron la información
El Comité acusa al Departamento de Justicia, no sólo de manipular la información, sino de su postura negativa para comparecer ante la Comisión Investigadora del Congreso.
Por otra parte, varios senadores están pidiendo renovar la prohibición de venta de armas de alto calibre al público.
Con información de agencias.
