Mientras el doctor José Angel Córdoba se encuentra dedicado a copar las estructuras federales en Guanajuato, para fortalecer su precampaña, el aspirante oficial del olivismo, Miguel Márquez Márquez, opera sus propios avances en el seno del Instituto Estatal Electoral, donde todos los representantes del panismo y los poderes estatales, militan en su causa.
Este jueves, en la misma sesión donde se desechó la impugnación del PAN en contra de las medidas precautorias contra cinco de sus militantes y el adherente Gerardo Mosqueda, se estrenó como representante panista en sustitución del ex secretario Vicente Esqueda, el funcionario del ISSEG Mario Barrientos.
Quien fuera también ex secretario particular de Oliva en la secretaría de gobierno y que se ha exhibido como un destacado partidario de Miguel Márquez, se enzarzó en una redundante y tensa discusión con los consejeros del IEEG y los representantes del PRI y PRD, Carlos Torres y José Belmonte, a causa de la decisión de rechazar el recurso panista.
Barrientos, un polemista que raya en buscapleitos, quiso apabullar al presidente del consejo, Jesús Badillo, insistiendo en que rechazar el recurso panista sentaría “un pésimo precedente”. A las oposiciones les lanzó retos inquiriendo “quién no les gusta como candidato del PAN a gobernador”.
La intervención de Barrientos obligó a Badillo a precisar con todas sus letras: “dicen que lo que se entiende sin decirlo se entiende mejor diciéndolo: no hay presión de ningún lado, sino respeto irrestricto a la ley y atención al principio de legalidad .”
