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sábado, mayo 3, 2025

Luis Costa Bonino: una carrera salpicada de escándalos

BUENOS AIRES, Argentina. El presunto “charolazo” no es el único escándalo del que le toca participar al consultor político uruguayo Luis Costa Bonino.

En 2009, cuando manejó la imagen del entonces gobernador de la provincia argentina de Corrientes, Arturo Colombi, frustrado candidato a la reelección, su nombre quedó salpicado también por denuncias de espionaje y en medio de un episodio por demás turbio que derivó en el presunto suicidio de un periodista, ligado al gobierno provincial.

Titular de la empresa de marketing político LCB, Costa Bonino estuvo a cargo de aquella campaña, que concluyó con la derrota del gobernador Colombi, a manos de su primo, el actual mandatario provincial Ricardo Colombi. Pero si hubo una estrella mediática en esa provincia de la Mesopotamia argentina, esa fue la de Costa Bonino.

Los periódicos de la época reflejaron cómo el consultor apareció en la Plaza 25 de Mayo, de esa capital fotografiando a manifestantes sindicales en reclamo de aumentos salariales contra el gobernador. Una imagen que está lejos del doctor en Ciencias Políticas graduado en “Sciences Po” de París y responsable del triunfo de Ollanta Humala, el año pasado en Perú, como suele presentarse.

No suele ser fácil saber en qué campañas trabajó Costa Bonino en América Latina y en cuáles no. La página web de su empresa ofrece sus amplios y reconocidos en Uruguay, servicios profesionales, pero de la campaña que derivó con el ex militar en el gobierno peruano sólo hay un análisis de coyuntura, lo que sus colegas uruguayos, más dedicados a las encuestas “le reconocen una amplia capacidad para analizar escenarios”, ante las consultas de EL UNIVERSAL.

“Si en una campaña no estuvo, esa fue en la nuestra. Es un farsante”, fue la respuesta de uno de los hombres cercanos a Samuel Lerner, ex primer ministro en la primera etapa del gobierno de Humala y jefe de la campaña del entonces candidato nacionalista.

En Perú sólo apareció opinando en los medios sobre cómo se desempeñaban los distintos candidatos a lo largo de la campaña y no mucho más.

El responsable de la estrategia de esa campaña no fue otro que Luis Favre, argentino de nacionalidad y radicado en Brasil desde hace varias décadas y ex esposo de Marta Suplicy, la ex prefecta de Sao Paulo.

Entre los hombres que colaboraron con la campaña de Cristina Kirchner aseguran que si bien lo conocemos “él no trabajó aquí ni tampoco se le pidió una asesoría”. Máxime cuando el mejor jefe de campaña con el que había contado la presidenta argentina para la reelección era la reciente muerte de su esposo, el ex presidente Néstor Kirchner y ciertas estrategias políticas articuladas desde el gobierno.

Pero la estela que dejó Costa Bonino en Argentina, por lo menos, fue en Corrientes, adonde llegó contratado por el entonces gobernador Arturo Colombi, como especialista en marketing político y medios de comunicación.

Los periodistas correntinos recuerdan “las presiones” que recibían a través del consultor y de su equipo de trabajo, liderado por Hernán González Moreno, director de la Agencia Corrientes (“una creación ideada por Costa Bonino”) y Luis “Billi” Zampa, por entonces director de Información Pública de la provincia.

“La agencia Corrientes distribuía la información para los medios oficialistas y trabajaba paralelamente a la Dirección de prensa provincial, pero además se repartía la pauta publicitaria discrecionalmente y todo terminó en un escándalo, no sólo por las sospechas de corrupción, sino por la sospechosa muerte de González Moreno”.

González Moreno apareció muerto el 2 de octubre de 2009, dos días antes de la segunda vuelta electoral, en la que el opositor Ricardo Colombi venció al gobernador. Hasta ahora se sigue manejando la hipótesis del suicidio, ya que la víctima había denunciado penalmente al actual gobernador por la compra irregular de una vivienda por más de 1.2 millones de dólares. La estrategia aparecía clara. Con el contrincante, quien venía de ganar la primera vuelta procesado en la Justicia, se podía salvar la empresa reeleccionista del gobernador.

Pero González Moreno, recordado como “el hombre que repartía el dinero de la publicidad a los medios adeptos”, le había advertido a sus íntimos que venía siendo presionado por un presunto agente de Inteligencia argentino que respondía al nombre de “Gitano” y que habían amenazado con matar a uno de sus hijos si él no se quitaba la vida y luego apareció en las afueras de la ciudad capital muerto y con una pistola en la mano.

El juez de la ciudad de Goya, Antonio Balestra, le tomó declaración a Costa Bonino, vía exhorto desde Uruguay, donde el consultor confirmó la relación profesional con el gobierno de Corrientes, con Zampa y con la Agencia Corrientes, donde diversas fuentes estiman que llegaron a manejar en esa campaña “más de 30 millones de pesos (10 millones de dólares de la época), en un caso confuso que aún falta esclarecer, mientras que la de enriquecimiento ilícito por el festival de millones que rodearon aquella campaña sólo Zampa está procesado después de pasar unos meses en la cárcel.

Pero Bonino no había llegado sólo a Corrientes, sino con su ex esposa, Maria Bocci, de nacionalidad argentina y con la que se presentó allí, con la experiencia de haber trabajado juntos en Brasil, cerca de “Duda Mendonca”, el especialista en marketing que llevó al triunfo electoral a Lula en 2002, y en México, donde siempre parece tener predilección por los tabasqueños. Fue más precisamente en el 2006, en el mismo estado, donde dijeron haber asesorado al entonces candidato perredista de Tabasco, César Ojeda Zubieta, quien como Colombi, terminó derrotado frente a Andrés Granier, cuando las encuestas marcaban lo contrario.

“Si se repasa el currículum de Costa, siempre asesoró a los perdedores como al Partido Liberal Auténtico de Paraguay o varios casos en Centroamérica”, recordó uno de sus colegas en Uruguay, donde cuenta con una larga trayectoria cerca del gobernante Frente Amplio.

Incluso en Corrientes una broma se transformó en rumor, cuando se decía que Costa era “un experto en contra campañas”, muchos sostienen aún que “a Costa lo había contratado Ricardo Colombi para que hiciera el desastre que hizo en el gobierno de Arturo sobre el final”.

Tal vez por eso Andrés Manuel dijo “no lo conozco”. El currículum y los antecedentes inmediatos de Costa no permiten dilucidar para quién trabaja o termina trabajando.

Con información de agencias.

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