Gerardo Mosqueda es un político de nuevo cuño, pero es un polemista de polendas desde hace algunos años.
Su campaña por la candidatura del PAN muestra progresos muy lentos, pero su presencia mediática es envidiable, sobre todo ante su precariedad de recursos al estar fuera del presupuesto.
En Irapuato, a principios de semana, aseveró que no le quita el sueño el Yunque, a propósito de la presencia en medios de esa organización en los últimos días.
Como ocurre a menudo, Mosqueda da en el clavo: a él no le preocupa el Yunque, pero él sí que le preocupa al Yunque.