Pasaron cuatro días y la inseguridad volvió a Celaya, esta vez, un hombre muerto y otro mal herido acribillados afuera de su casa por hombres que viajaban en una camioneta con armas de alto poder en la colonia San Rafael. Sin embargo, la presencia del estado, no ha valido lo que se presumió.
Luego de que el secretario de Gobierno, Héctor López Santillana, el procurador de Justicia, Carlos Zamarripa Aguirre y la alcaldesa de Celaya, Rubí Laura López, hicieran un enfático pronunciamiento de “blindar y redoblar” la seguridad para los celayenses, de nueva cuenta la inseguridad se hizo presente.
Fue este domingo por la tarde, cuando en la colonia San Rafael, un motociclista de 31 años de la colonia Los Lagos, llegó a visitar al domicilio a un presunto amigo de 21; mientras platicaban afuera del domicilio, arribaron dos hombres a bordo de una camioneta Caravan y sin mediar palabra comenzaron a disparar contra ellos.
Ahí resultó muerto con ocho impactos de bala el motociclista, en tanto el joven quedó herido de gravedad, huyendo los gatilleros sin ser detenidos. La escena se repitió, a cuatro días de la balacera en un local de comida en pleno centro histórico, donde un ministerial y dos civiles perdieron la vida.
Y es que fue el miércoles casi a la media noche, cuando Héctor López Santillana comprometía mayor seguridad a Celaya, en un operativo de patrullaje con las Fuerzas de Seguridad del Estado, Policía Ministerial y la propia Policía Municipal, de donde fue cesado su director Martin Ramírez Olvera a petición de la alcaldesa.
El procurador de Justicia, Carlos Zamarripa, lo dijo “celayenses, tengan la plena confianza en que actuamos con gran responsabilidad y no detendremos nuestro camino en beneficio de todos y cada uno de los que aquí habitamos”, pero de nueva cuenta se rompió ese cerco de vigilancia y protección prometido.
