Fue una parada más dentro del itinerario diseñado por la Casa Blanca para sacar el máximo partido en las encuestas a la operación. Ayer fue a visitar a los SEAL y dio un discurso ante los soldados en Fort Campbell (Kentucky).
El día anterior visitó la Zona Cero (Nueva York), donde se encontró con familiares de las víctimas, agentes de Policía y bomberos. Y hoy se emite una entrevista en la CBS donde Obama da cuenta de la operación en exclusiva en el espacio de investigación «60 Minutes».
Antes de pronunciar su discurso ante los soldados de Fort Campbell, Obama y el vicepresidente, Joe Biden, se encontraron, a puerta cerrada, con el equipo de élite del SEAL que llevó a cabo la operación y las unidades que les transportaron en helicóptero hasta Abbottabad.
Durante su encuentro, los efectivos dieron cuenta al presidente de cómo se desarrolló la misión. Después Obama se encontró con la fuerza de asalto que redujo al terrorista. El líder demócrata dio la enhorabuena a los SEAL, a los que dijo: «Buen trabajo».
Obama condecoró a todas las unidades que formaron parte de esta misión con la Citación de la Unidad Presidencial, el honor más alto que se puede dar a este tipo de efectivos. Durante su discurso, el presidente indicó que «acabamos de estar un rato con la fuerza de asalto que cogió a Ben Laden.
He venido aquí para daros simplemente las gracias». «Ha sido una semana histórica», indicó antes de que sus soldados le interrumpieran con gritos y aplausos. «Vamos a vencer a Al Qaida. Incluso antes de esta operación conseguimos someter a Al Qaida a la mayor presión que jamás ha estado.
Pero Ben Laden ya no amenazará a EE UU», explicó. Los índices de popularidad de Obama han subido estos días gracias a esta misión. Incluso sus críticos más duros no han tenido más remedio que darle la enhorabuena por la caza del terrorista. Con Ben Laden muerto, Obama tendrá sencillo contrarrestar los ataques conservadores que le retratan como un comandante en jefe débil. Pero esta recuperación en las encuestas podría ser a corto plazo.
Los votantes sólo piensan en el paro (9%) y los altos precios de la gasolina.
