Según las convocatorias y concurso de obra pública del gobierno del estado, señala que será adjudicada a quien ofrezca los menores costos para su ejecución, puntos que ponen en “jaque” a los constructores, pues tienen que abaratar sus servicios para ser favorecidos.
“La ley actual de obra pública inhibe el crecimiento de las empresas”, dice el líder de la CMIC, pues indica que el 99.8 por ciento de las empresas del ramo en la entidad son MIPyME, que buscan las adjudicaciones y los fallos siempre van a los que proponen menores costos, “esos proyectos suicidas fallan a las propuestas más bajas, en lugar de generar riqueza, generan pobreza”.
Por ello, la CMIC ha tenido dos acercamientos con el Congreso local, a fin de que se modifique ese punto, “que sea la propuesta más conveniente, la propuesta más calificada, a la propuesta que ellos le pongan, pero que no sea la más baja porque inhibe el crecimiento de las empresas”, dijo Rodríguez Vázquez.
Agrega que estas “propuestas suicidas” originan que los constructores bajen sus costos hasta en un 25 o 30 por ciento del real, incluso piden créditos o dejan de pagar a los proveedores al no obtener las ganancias estimadas, pues, en menor grado, algunos dejan obras inconclusas al no ser solventes.
Esto ha influido a que un 40 por ciento de las empresas constructoras dejen de crecer, se quedan estancadas, pues las licitaciones limitan ese crecimiento que “mucho influye, no le quiero decir que es toda la culpa, porque nosotros también tenemos parte de culpa, porque nosotros hemos provocado este canibalismo entre los constructores”.
Por lo que Pablo Rodríguez indicó que el gobierno del estado debe apostar por empresas solventes, con moral, con personal técnico a fin de que la obra pública sea rentable para las empresas, pues muchas de ellas abaratan su trabajo con el propósito de adjudicarse alguna obra pública que ya han perdido en otros concursos donde el precio fue factor indispensable para la elección.
