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viernes, abril 19, 2024

Off the record 2 de octubre 2018

Foto: Archivo.

León vivió durante septiembre el mes más violento al menos desde hace tres años. Se trata de una oleada de 44 asesinatos que ponen a prueba la consistencia de las estrategias fijadas por el alcalde Héctor López Santillana, pero también de su encargados en la materia.

Luis Enrique Ramírez Saldaña es quizá uno de los funcionarios más cuestionados del gobierno leonés. En el pesan no sólo las irregularidades detectadas en la compra de equipo, sino la persistencia en los índices delictivos.

Es en esa coyuntura, que la ratificación de Alvar Cabeza de Vaca propicia la permanencia también de Ramírez Saldaña.

El propio López Santillana dejó en claro esa posibilidad al afirmar que junto con el gobernador Diego Sinhue, han preparado “una estrategia de seguridad con los equipos de transición”, la cual estará alineada y “se están haciendo los esfuerzos” para hacer lo mismo con el gobierno federal. 

“Nuestro compromiso es con las personas, no con las estadisticas. No porque el número sea menor nos tenemos que echar a la hamaca…”, indicó. 

Las condiciones de violencia y delincuencia común en la ciudad más poblada de Guanajuato, se recrudecen. Hablar de una disminución de los índices se vuelve algo completamente vano si no impacta afirmativamente en la percepción ciudadana.

Ratificar o no a los funcionarios, se convierte, de hecho, en el primer mensaje.

 

Las cortesías entre el gobernador y el presidente

Dicen que Guanajuato es el “bastión del PAN”, pero es un hecho que cada que Andrés Manuel López Obrador se presenta en esta entidad, hace algunos meses en calidad de candidato y ahora como presidente electo de México, logra tener una nutrida convocatoria en las plazas que elige para realizar sus mítines.

Durante el mitin de ayer en la Plaza Principal de León, se vivió un momento de “rivalidad política” involuntaria, en donde se midió la aceptación que los leoneses tienen para con Andrés Manuel López Obrador y el gobernador de Guanajuato, Diego Sinhue Rodríguez Vallejo.

Cuando López Obrador nombró a Rodríguez Vallejo, para resaltar el encuentro que sostuvieron en Guanajuato Capital, quienes estaban representantes en la plaza comenzaron a lanzar abucheos y descalificaciones, sin embargo, el presidente electo de México hizo un llamado al orden y pidió que se dejen detrás los enfrentamientos políticos y pidió a los ciudadanos que respeten a las autoridades.

“Yo no lucho para establecer en México una dictadura, yo busco una democracia (…) tenemos que ser respetuosos de las autoridades y hay que respetar a los alcaldes y los estados son libres y son soberanos y por eso se tiene que respetar a las autoridades”, dijo.

De esta forma, López Obrador logró callar las rechiflas que se armaron cuando se nombró a Diego Sinhue. Claro que la reacción de la ciudadanía es fácil de entender, pues el carácter del mitin del presidente electo parecía cualquier acto de campaña que realizó Morena previo a la elección de julio.

Con seguridad muchos de los guanajuatenses que votaron por López Obrador no ven con buenos ojos a Diego Sinhue, así como quienes se desviven por resaltar las cualidades del gobernador guanajuatense, no sienten simpatía por quien, a partir del primero de julio, será el presidente de México.

 

*Con la colaboración especial de Alfonsina Ávila y Carmen Martínez

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