Ayer el colectivo de activistas presentó la propuesta legislativa de #SinVotoNoHayDinero. Una oportunidad de oro para que esta legislatura deje un legado trascendente que se acuñada por los propios ciudadanos.
La iniciativa pretende ahorrar aproximadamente 81 millones de pesos, que actualmente se destina para los partidos políticos. Es un posicionamiento que busca cambiar el régimen del que están colgados los partidos políticos, cambiar la fórmula y entender que los partidos, finalmente, se deben a la aceptación de los ciudadanos.
Qué si se alimentará solamente a los partidos grandes, qué si generara abstencionismo, qué si no tiene viabilidad en un estado dominado por un panismo con redes clientelares. Bueno, todo eso es parte de lo que un verdadero proceso parlamentario debe abarcar, afinar y discutir abiertamente.
Todo es cuestión, como lo declarara el Observatorio Ciudadano de León, de voluntad política.
Diputados panistas tras la reelección
Los diputados del PAN llevaron el regateo político a su versión más elevada. La totalidad de la bancada pretende presentar su intención de reelegirse, en uno de esos movimientos de aspiración colectiva electoral.
Es evidente que no todos se reelegirán. El proceso para cumplir con la paridad de género, los jaloneos internos, así como las ambiciones propias de cada legislador, lo vuelve prácticamente inviable. El objetivo es poner nuevamente bajo presión a la dirigencia estatal de Humberto Andrade Quesada.
Pero no es para menos. La especulación política se lleva a su máxima expresión, dadas las condiciones que imperan en los partidos políticos: nadie siente completa seguridad del cargo que le tocará desempeñar, o incluso si será parte de una contienda electoral.
En el caso concreto del PAN, inevitablemente la inestabilidad de la dirigencia nacional de Ricardo Anaya, minado a su alrededor por las corrientes calderonistas, y en su interior por sus propias deslealtades, ha provocado que los grupos en Guanajuato se reconformen y busquen asegurar un mínimo.
A revisar. Alejandro Navarro Saldaña es un suspirante desde hace seis años de la alcaldía de Guanajuato capital, algo similar vive Angélica Casillas con Dolores Hidalgo aunque con una aspiración reciente. En tanto el caso de Éctor Jaime Ramírez Barba, el coordinador, sabe que su piso es precisamente el Congreso Local, de ahí en adelante casi todo sería bueno.
En todo caso, es necesario que Andrade Quesada comience a acelerar los mecanismos de control, designación o bien negociación para sentar bases independientes a lo que ocurra a nivel nacional. No se trata de acelerar procesos estatutarios, sino de allanar un camino que evite tal suerte de especulación.
Aunque bueno, si el líder estatal no lo ha hecho en momentos más aciagos, poco se puede esperar en el corto plazo.