Tropas federales buscan desde el sábado “más fosas” clandestinas en el Municipio de San Fernando, Tamaulipas, como parte de la investigación por la masacre de al menos 72 mexicanos que viajaban en autobuses.
En tanto, los médicos forenses continuaban identificando hoy los cadáveres en la ciudad de Matamoros, el paso fronterizo más importante de Tamaulipas.
Las autoridades indicaron este domingo que no divulgarán hasta mañana lunes información sobre las condiciones de los cuerpos y las causas de la muerte.
El secretario de Gobierno de Tamaulipas, Morelos Jaime Canseco, confirmó que hasta ahora ninguna empresa de autobuses de pasajeros presentó demanda oficial por inseguridad o ataque de la delincuencia.
La policía local piensa que el secuestro de un autobús por parte del cártel de Los Zetas en San Fernando buscaba reclutar hombres para el crimen.
El autobús secuestrado, que viajaba hacia la frontera entre México y Estados Unidos, fue detenido por un grupo de hombres armados que seleccionó a jóvenes y se los llevó, dejando ir al resto de pasajeros, según versiones de testigos anónimos.
Con información de ANSA
