Una tragicomedia en tres actos. Arroyo contra Sánchez y el pretexto para el pleito, las mujeres. Bárbara Botello contra González Uribe con el argumento de la reapertura de un viejo expediente y el pretexto, Alejandro Arias. Los hermanos Sánchez, de San Francisco a Salvatierra en el ojo del huracán.
PRIMER ACTO: MUJERES DIVINAS
Aún no cierran los capítulos de enconos, rencores y litigios en los tribunales cuando el líder nacional de la CNC Gerardo Sánchez García, quiere meter mano en la Organización de Mujeres Priistas (Ompri).
El dirigente de la CNC quien logró que el sucesor de Beatriz Paredes Rangel, Humberto Moreira, se afiliara al sector campesino tricolor en una rimbombante ceremonia al más agrio estilo del PRI, comienza a tejer fino en aras de construir su candidatura en el estado con alianzas en la mayoría de sectores y organizaciones de su partido.
Ya pidió a la dirigente nacional de la Ompri, Lourdes Quiñones, que inicie con el proceso de renovación de la dirigencia estatal. Busca que Patricia Sánchez, responsable de la cartera de gestión social del CDE tricolor, ocupe esa cartera.
Mientras Alejandra Caballero, actual dirigente de la Ompri, recurre a las viejas alianzas que tejió en las tribus del barbarismo y del senador Francisco Arroyo Vieyra quien, finalmente, logró que no la removieran pese a designarán una delegada del CEN Ompri: María de la Consolación Castañón Márquez.
SEGUNDO ACTO: EL SEÑOR JUEZ
En medio de la guerra de odio que vive el PRI en sus intestinos, Bárbara Botello y Miguel Ángel Chico Herrera lograron que el juez capitalino Gilberto Martiñón Cano aceptara revisar el expediente, por segunda ocasión, donde piden el ejercicio de acción penal contra cuatro de sus compañeros de partido.
Bárbara Botello insistió para que se reabriera el expediente, tanto que se envió al juez segundo de lo penal quien había resuelto que no hubo delito qué perseguir. No obstante, la embestida contra el dirigente estatal de su partido, José Luis González Uribe, así como de su mejor operador, el emetista Alejandro Arias Ávila, mantiene vigente una denuncia por fraude en contra de ese partido político.
Si bien ya se había solicitado a través de un oficio la apertura del expediente de la denuncia penal que interpuso en su momento la dirigencia estatal del PRI, González Uribe no logró desistirse del ejercicio de acción penal por el madruguete que le dieron sus antecesores. Los conflictos del PRI al Poder Judicial, para que ahí los resuelvan.
TERCER ACTO: RETRATO DE FAMILIA
No sólo en San Francisco del Rincón hay ecos del escándalo familiar del líder de la CNC Gerardo Sánchez García, también en Salvatierra donde su hermano mayor, Amador Sánchez, fue observado por la contraloría al condonar de manera irregular multas por casi 300 mil pesos a establecimientos que vendieron bebidas alcohólicas.
En sesión de Cabildo, se ventiló que fuera de procedimiento, Amador Sánchez García, secretario del Ayuntamiento de Salvatierra, habría perdonado el pago de aprovechamientos y derechos municipales que fueron observados por la contraloría federal.
Sánchez García, emitió condonaciones a establecimientos de bebidas embriagantes aunque reportó los ingresos a la tesorería municipal, por lo que la pregunta que hacen los regidores de aquella municipalidad fue: “¿dónde está ese recurso?”.
El contralor municipal, emplazó al hermano del líder de la CNC así como a la tesorera de Salvatierra, para que en un mes repongan ese recurso al patrimonio de la hacienda pública, de lo contrario, se fincarán responsabilidades.
EL TELÓN
Como diría el clásico: “hacen mucho ruido, demasiado ruido, ruido que llega hasta la estridencia. Nada de verdad”.
