No acaba de asentarse el polvo de las denuncias en contra de funcionarios presuntamente corruptos en la Secretaría de Salud.
En un revire previsible, una de las funcionarias despedidas en el racimo arrojado por la Gestión Pública hace una semana, María del Carmen Balderas, realizó una denuncia ante esa misma instancia en contra del doctor Héctor Martínez Flores, director general de Servicios de Salud, a quien le atribuya la decisión de realizar compras por más de 200 millones de pesos a un solo proveedor con “precios inflados”.
Aunque no deja de ser una maniobra que persigue otros efectos, pues la denuncia tuvo canalizaciones en medios, la dependencia de Luis Ernesto Ayala se encuentra obligada a entrar a fondo en el tema. La caja de Pandora seguirá abierta un buen rato.