A diferencia del evento en Zacatecas, la tradicional Procesión del Silencio en San Luis Potosí se llevó a cabo con total tranquilidad, pero bajo un fuerte dispositivo de seguridad.
La marcha religiosa, que abarca diversas calles del centro histórico potosino, partió de la plaza de Aranzazú, hacia la Av. Carranza, Plaza de Armas para terminar en Plaza del Carmen.
Turistas, asistentes y participantes soportaron fuertes rachas de viento que amenazaron con deslucir el desfile de dolientes que recuerdan la Pasión y Muerte de Jesús hace dos mil años.
Diversas cofradías, tanto de antaño como fundadas en fechas recientes, recorrieron un camino de purificación, incluso, varios participantes caminaron descalzos y arrastrando cadenas. Las mujeres portaban solemnes trajes, algunas lucían el tradicional velo sevillano (con peineta), mientras que otras, el reboso de Santa María del Río tan representativo de la entidad.
La manifestación religiosa concluyó después de tres horas, al filo de la media noche.
