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miércoles, abril 24, 2024

Sólo para hombres

Entrecomillo el título de esta columna porque es el nombre de uno de los libros de Luis Valdez Castellano s.j. cuyo contenido me parece digno de comentar. Aunque es un libro dedicado a los varones, sin duda alguna la lectura del mismo a mí me sirvió mucho para entender a los hombres de mi vida: mi hijo, esposo, padre y hermanos. Me atrevo a decir que lo hemos leído más mujeres que hombres y van a ver porqué. El mismo contenido nos dará la respuesta, aunque lo ideal es que sea leído por hombres.

Tuve el enorme gusto de conocer personalmente al p. Luis Valdez, en un taller que impartió la semana pasada en el Centro Iñigo en León con el tema “La muerte, nuestra amiga inseparable”, (Luego les platico sobre este hermoso taller). Fue una delicia escucharlo compartir sus conocimientos, pero sobre todo compartir su experiencia, espiritualidad y su corazón. Una persona sencilla, humilde, con una fe inquebrantable y con un corazón enorme. Ya había leído varios de sus libros y todos me han ayudado en algún aspecto de mi vida, por lo que en cuanto supe que venía a León, de inmediato de inscribí en el taller.

“Sólo para hombres” lo leí hace unos tres años. Desde entonces lo recomiendo a jóvenes, mamás y hombres. Es un libro fácil de leer, con reflexiones, preguntas y propuestas sobre el manejo de sentimientos de los hombres. Como varón, dice Valdez Castellanos, descubrió sus grandes incapacidades para reconocer, expresar y manejar sus sentimientos; como consejero y persona dedicada a la espiritualidad y al acompañamiento, se dio cuenta de la gran cantidad de hombres exitosos en lo profesional y económico que vivían atorados en su vida personal. “Encontramos hombres-enanos, con una gran cabeza y pobres en expresividad y amor”.

“Hombres que van por la vida insatisfechos y que causan sufrimiento a sus hijos y a muchas mujeres” señala en la reseña del libro al explicar que el objetivo de la publicación es ofrecer a los hombres nutrición y elementos de cambio en todos los sentidos. El autor revisa los motivos, principalmente de índole cultural y educativo, que ha convertido a muchos hombres en indigentes emotivos con un corazón subdesarrollado.

Sostiene que los hombres nacieron completos, la “educación” los empobreció, refiriéndose a la manera en que, desde pequeños, educamos a nuestros hijos varones: “Los hombres deben ser fuertes”, “los que son hombres no lloran”, “aguántese como los meros machos”…y cuantas afirmaciones más decimos. Entonces, las principales promotoras del machismo somos las mujeres, las madres que educamos de esta manera, reprimiendo el sentir de los pequeños y no permitiéndoles expresar sentimientos de dolor, ternura, compasión y cariño.

Estas ideas rígidas de la valentía, de no claudicar, de aguantarse, de ser estrictamente racionales, de pasar todas las pruebas de hombría, los desgarra y desgasta interiormente. Por ello muchos varones el único sentimiento que reconocen es la ira, el coraje, escondiendo la preocupación, el miedo, la ternura en una caparazón para no ser vulnerables y para que no se piense que son débiles. “ Qué van a decir de mí…que no soy hombre”, se escucha decir con frecuencia. Señala Valdez Castellanos: “El coraje es valorado como algo masculino, y por eso es normal que el hombre se enoje”.

Ante este déficit expresivo, Luis Valdez afirma: “Nos debemos la libertad de expresar nuestros sentimientos”. Propone a los hombres reeducarse para convertirse en personas cálidas, generosas y felices; desaprender y romper los esquemas y paradigmas aprendidos desde la infancia. A considerar a Dios como una gran ayuda para ese cambio y compartir con los demás lo que realmente somos.

Además de esconder su mundo interior, de su preocupación por su virilidad y su constante conquista de su masculinidad, otras características que frenan el crecimiento de los varones como seres humanos íntegros, son la incapacidad de pedir (ayuda o lo que sea), el no sentir dolor ni miedo, no demostrar afecto e incapacidad de asombro. El no ser capaces de pedir ayuda o de reconocer la que la necesitan hace que no se animen a leer este libro del que les hablo.

Con una propuesta vista desde la perspectiva cristiana, el autor nos ofrece elementos valiosos del desarrollo humano que nos ayudan a todos, hombres y mujeres, a ser más felices. “Solo para hombres” es también para mujeres, es un libro pequeño de editorial Buena Prensa que además ofrece bibliografía sobre el tema y nos invita a reflexionar, a los hombres, sobre la manera en que están llevando su vida interior, y a las mujeres, a considerar el valor humano de los varones, a entender su expresividad ( o inexpresividad) y sobre la manera en que educamos a nuestros hijos varones.

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