Un portavoz intentó acallar las críticas contra la Santa Sede por la presencia del dictador africano en la lista de los dignatarios invitados, declarando que el Vaticano “nada tiene que esconder” por haber incluido a Mugabe entre los jefes de Estado y de Gobierno invitados.
De Albania a Zimbabe, por orden alfabético, fueron 62 delegaciones las que asistieron este domingo a la beatificación de Karol Wojtyla guiadas por jefes de Estado y de Gobierno o por familias reales. La presencia más numerosa la aporta Polonia, tierra natal del nuevo beato. Asistirán el presidente de la República, Bronislaw Komorowski, y los presidentes del Senado y la Cámara, así como otros líderes, entre ellos el presidente mexicano Felipe Calderon.
Persona “non grata”
Mugabe, sobre el cual recaen todavía las sanciones aprobadas en 2002 por la Unión Europea (que le considera persona non grata, le prohíbe ingresar en territorio comunitario y congeló todos los bienes suyos y de los miembros de su Gobierno depositados en Europa), es un asiduo visitante de Roma, donde ya estuvo el 8 de abril de 2005, con motivo de los funerales de Juan Pablo II, y a dos cumbres de la FAO celebradas en junio de 2008 y noviembre de 2009.
Durante la misa por el papa Wojtyla, en 2005, Mugabe protagonizó un pequeño incidente al estrechar la mano del príncipe Carlos, que luego se justificó ante la opinión pública de su país diciendo que el dirigente de la ex colonia británica le había “pillado por sorpresa”.
Durante la cumbre de la FAO, en 2008, el dictador de la antigua Rodesia fue tratado como un apestado por el Gobierno italiano, que le deparó el mismo tratamiento que al líder iraní Mahmud Ahmadineyad: ambos fueron excluidos de la cena ofrecida por Silvio Berlusconi a los mandatarios extranjeros en Villa Madama.
Robert Mugabe es acusado de ejecutar la Gukurahundi, una campaña de terror estatal en Zimbabwe, realizada desde 1982 hasta 1989. La Brigada 5ta. del ejército zimbabuense, dirigida por Perence Shiri, asesinó a miembros y simpatizantes de la ZAPU (Unión Popular Africano de Zimbabwe) en Matabeleland y Midlands, las provincias del pueblo ndebele. El escritor Geoff Hill estima que fueron ejecutados unos 15,000 civiles, o probablemente más.
Con información de agencias.
