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miércoles, abril 24, 2024

Unos más iguales que otros

El prestigio de Luis Ernesto Ayala ya no es lo que era. La secretaría de la Gestión Pública se ha convertido en un verdadero Waterloo para el ex alcalde leonés.

Resoluciones a modo en el DIF; auditorías a medias en la Secretaría de Salud; castigos disparejos en Obra Pública, han venido a mostrar que la fama de justo e insobornable también tenía sus limitaciones.

Esas no serán, sin embargo, las peores herencias de un político que no naufragó ante la corrupción, pero sí ante la tibieza y las medias tintas, madres de tantas complicidades.

Lo peor es que hay áreas de la administración a las que ni siquiera toca con el pétalo de una revisión y son, sobre todo, aquellas donde despachan sus amigos.

Luís Ernesto regresó al servicio público con su capital político menguado. Saldrá de allí en la más absoluta de las inopias.

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