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sábado, abril 27, 2024

Vicente Fox y Donald Trump, maestros de soluciones fáciles y equivocadas

Resulta que Vicente Fox se puso bravucón con Donald Trump y le reclamó por ser racista, ignorante, antimexicano y que tiene la boca floja porque dice puras tonterías.

Le dijo en forma imperativa que nosotros los mexicanos no pagaríamos el muro.

Hasta aquí el gran heroísmo de Super Fox suena efectivo, porque le dio de nueva cuenta foro al peor Presidente que ha tenido México.

Cuando Donald Trump se perfiló como ganador indiscutible de la candidatura del partido Republicano, Vicente Fox reculó y le pidió perdón, por haberlo ofendido.

Cuando el millonario le dijo que no le perdonaba, empezó de nueva cuenta a ponerse bravucón, nuestro superhéroe, ganador de más batallas que El Chapulín Colorado.

En realidad la intervención de Vicente en este pleito suena hueco por la sencilla razón de que Fox y Trump son igualitos, como vamos a ver a continuación:

Fox demostró ser racista en diferentes ocasiones, cuando se refería a los afroamericanos (decía que los mexicanos tienen empleos que ni los negros quieren), a los chinos (cuando decía que nos engañaron como viles chinos).

Demostró ser antimexicano a lo largo de su vida, pero el hecho de que conservó su nacionalidad española exclusiva hasta el momento en que le estorbaba para ser gobernador de Guanajuato, dice mucho de ser un oportunista en materia de nacionalidades.

Su ignorancia la demostró a cada rato, pero el hecho más sonado fue que logró su título de licenciatura por medio de retorcer todas las leyes y reglamentos.

No pudo presentar su examen profesional como se requiere de un hombre público.

Su examen profesional debió hacerlo en la UNAM, porque el decreto que la SEP permite a la Ibero emitir títulos académicos apareció el 3 de abril de 1981 y Fox había estudiado 25 años antes o sea cuando estaba afiliada la Ibero a la UNAM.

También Vicente tiene la boca floja, porque tiene una enorme necesidad fisiológica de hablar aunque sus palabras digan tonterías.

Por otra parte y tocando la vida institucional, en la campaña de Fox y en la campaña de Trump se observan formas parecidas de estrategia.

  1. Se identifica un enemigo odioso de los electores.

Vicente Fox gritaba siempre que el PRI era un enorme agente corruptor y centró su campaña en que cuando llegara a Los Pinos acabaría con la corrupción gubernamental.

En realidad no combatió la corrupción sino que se dejó seducir por ella.

¿En qué otra forma se explicaría su enorme fortuna actual, cuando antes apenas tenía para ir mal pasando la vida?

Esto de acuerdo a su declaración presidencial en campaña (tenía solo un millón de pesos neto en el año 2000), comparada con las enormes inversiones en materia petrolera que anunció, además tiene más de 10 años invirtiendo miles de millones de pesos en el mercado inmobiliario de Guanajuato y Jalisco.

Por otra parte, Donald Trump grita que los mexicanos y chinos le quitan los empleos a los anglosajones pobres e ignorantes, que son su principal electorado.

Que no dejara entrar a los musulmanes a Estados Unidos por ser terroristas.

Al igual que Vicente Fox, Donald Trump fracasará en sus promesas objetivo, simplemente porque la detección de ambos problemas fueron realizados por medio de instrumentos equivocados y también por la enorme ignorancia de ambos personajes.

Además ni Fox ni Trump saben cómo hacer política, solo saben utilizar el escándalo en sus campañas.

  1. Se presentan soluciones fáciles a problemas difíciles y se promete erradicar estos últimos.

Si Fox prometió un crecimiento anual del PIB del 7% y la creación de más de un millón de empleos al año, demostró que sus economistas no sabían analizar las variables o que su boca floja decía solo lo que sus electores quería escuchar y fracasó en su gobierno.

Trump no podrá frenar el flujo de inversiones, simplemente porque Estados Unidos ha recibido más beneficios que prejuicios de esta política, además que ponerse proteccionista solo provocará que las matrices de las empresas cambien de sede a algún lugar diferente de los Estados Unidos.

¿Cómo podrá cumplir la xenofobia a los mexicanos, a los musulmanes, a los chinos?

Con los musulmanes, Estados Unidos no ha ganado las guerras de Afganistán ni de Irak.

Contra los chinos no podrá fácilmente porque sería una batalla económica entre agentes casi del mismo tamaño, pero China tiene la ventaja porque controla la producción de manufacturas y la economía gringa funciona a base de especulación por medio de sofisticados instrumentos financieros que en última instancia son solo papel.

El verdadero pleito será con México, pero hacer más grande el muro será inútil, porque cuando necesiten llenar puestos de trabajo que los blancos no quieren simplemente dejaran entrar a los mexicanos, con o sin Trump.

Por otro lado: ¿cómo compensará las ventajas enormes que le ha dado el Consenso de Washington?

  1. Saca a flote los peores prejuicios de los electores.

Donald Trump se ha referido a Hilary Clinton como una mujer que fue culpable de las infidelidades de William Clinton.

Aparte de ser odioso meterse en la vida de alcoba de una dama, esto demuestra que aparte de naco, Trump es un misógino.

También Fox es una rara mezcla de misógeno y mandilón.

Misoginia cuando decía que las mexicanas son unas lavadoras de dos patas.

Mandilón cuando dejó que su pareja presidencial gobernara porque él era intelectualmente poco dotado para ejercer el mandato del voto de los mexicanos.

También Fox supo construir una enorme imagen de naco.

  1. Ambos han sido maestros de la mentira y la hipocresía.

Tanto Trump como Fox dicen constantemente mentiras para poder influir en los auditorios que hablan, porque siempre dicen lo que las personas quieren escuchar.

Fox sobre las mentiras de su primer matrimonio.

Un acontecimiento que no importaba a nadie, Fox lo convirtió en un espectáculo, simplemente para hacerse pasar como un buen cristiano, porque un divorcio lo quiso arropar como si Lilian de la Concha fuera culpable de su elección.

Al final hasta el mismo Vaticano tuvo que intervenir, por un acontecimiento de poca monta, pero lleno de los peores prejuicios.

Trump miente sobre su fortuna y la forma en que la logró, también para disfrazar su falta de pericia de ser inversionista inmobiliario en plena crisis de 2008.

  1. Ambos tienen un lenguaje desarticulado pero penetrante.

Vicente siempre eligió de culpable al PRI y tuvo éxito en su campaña, pero para insultar a este partido les decía rateros, corruptos, que no sabían gobernar.

Como usaba palabras que no eran reconocidas como políticamente correctas, llegaron a la población que compró este discurso aunque no tenía razón en todos sus enunciados.

El éxito fue una alternancia perjudicial para la vida común de los mexicanos, pero exitosa para el bolsillo y la economía de Fox y los foxistas, cuando se crearon en 6 años enormes fortunas del llamado Gabinetazo o la Nave de los locos.

Trump tampoco sabe articular palabras, pero sus dichos también son taladrantes en la conciencia de los blancos desempleados y en general en los anglosajones ignorantes.

Esto genera un caldo de cultivo de los peores gobiernos.

Nosotros ya lo vivimos con Vicente Primero, emperador de San Cristóbal.

Ojalá los gringos no cometan la misma estupidez.

Jesús Batta
Jesús Batta
​​Correo electrónico: jesus_batta_gonzalez@yahoo.com Twitter: @JesusBatta

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