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jueves, abril 18, 2024

ENTREVISTA | En México se privilegia el negocio por encima del deporte: Juan Villoro

Ciudad de México, (SinEmbargo). El fútbol mexicano tiene un problema estructural en el cual se privilegia el negocio por encima del deporte, afirmó el escritor Juan Villoro, quien presentó; No fue penal: Una jugada en dos tiempos, una experiencia de audio inmersivo sobre el balompié nacional y la mexicanidad, producido por la plataforma de Scribd Originals en español.

No fue penal: una jugada en dos tiempos, escrita por Juan Villoro, uno de los principales y más relevantes escritores mexicanos de la actualidad, es narrada por los actores José María de Tavira y Martín Altomaro. El audio cuenta la historia de Valeriano Fuentes un jugador prometedor que representaba la esperanza para el fútbol mexicano, pero que se lesiona gravemente y termina como un árbitro amargado. El relato también aborda la adaptación al fracaso y el aterrador fantasma del “hubiera”, una característica que está bastante arraigada en nuestra cultura.

Foto: Especial.

La historia es presentada en dos tiempos de 45 minutos —al igual que un partido real de fútbol— y detalla la vida de Valeriano Fuentes, el ahora árbitro amargado, y “El Tanque”, el compañero que durante un entrenamiento literalmente le mete el pie causándole una grave lesión y convirtiéndose en un traidor, pero que ahora es un entrenador desgastado. Con el paso de los años, el destino los reencuentra nuevamente en el centro del campo.

En entrevista con SinEmbargo, Juan Villoro, José María de Tavira y Martín Altomaro, quienes comparten un profundo amor por el fútbol, hablan sobre cuál fue su experiencia al narrar No fue penal: Una jugada en dos tiempos; también, dan su opinión sobre el balompié nacional y todos los vicios que lo rodean.

“Sí hay un problema estructural. Cuando (César Luis) Menotti entrenó a la selección mexicana, lo primero que dijo fue ‘se necesitan torneos largos, es la única manera de hacer planes de trabajo, de echar a perder con ciertos planteamientos, recuperar otros, de probar novatos, de apostar por una cantera’, pero en México se privilegia el negocio por encima del deporte y la liguilla da mucho dinero garantizado”, dijo el escritor.

Villoro destacó que en años recientes, México ha conseguido logros importantes con selecciones nacionales con límite de edad, tal y como fueron los campeonatos mundiales sub-17 de 2005 y 2011, así como las medallas olímpicas de oro, en Londres 2012 y, el bronce, en Tokio 2020, lo que demuestra que en el país existe el talento necesario para primero, apostar por los jóvenes y, segundo darles continuidad. Sin embargo, recordó, que algunas decisiones de las personas que manejan el fútbol en el país provocan que muchos de estos nuevos talentos se queden en el camino.

“El hecho de que, por ejemplo, la segunda división no tenga ascenso a primera es uno por uno terrible, o sea como se pueden renovar las fuerzas del fútbol mexicano, si no suben estas personas. México ha sido potencia mundial en los Mundiales sub-17 y las categorías de los juveniles demuestran que México tiene buenas condiciones técnicas y tácticas para ejercer el fútbol pero ¿qué sucede con estos muchachos cuando entran al profesionalismo? pues entran a un sistema de destrucción de lo que es la posibilidad deportiva”.

El también periodista mexicano criticó el actual sistema de competencia en México, el cual, dijo, no apuesta por la continuidad, promueve el negocio y es irracional.

“Tenemos mini campeonatos y entonces eso hace que los que ganaron en los primeros meses de un año luego se desplomen en el mismo año. Todo esto es totalmente irracional, pero sucede lo mismo que con las telenovelas y ahí espero que no me desmientan (Martín y José María) se hacen mal, pero dan mucho dinero. El futbol mexicano es la liga más rica del continente americano sin apostar por el deporte”.

Juan Villoro aseveró que el fútbol mexicano es de nivel “mediano” y que algunos triunfos en Copas del mundo ante rivales poderosos como Alemania, nos han hecho creer que tenemos una “selección extraordinaria”, sin embargo, dijo, esto solo se va a constatar cuando estas victorias comiencen a ser manera regular y no una sorpresa.

“La liga mexicana es mediana, pero la selección tiene un prestigio neumático que se infla y se desinfla según ciertas condiciones. Recordemos México en el mundial pasado le gana Alemania, entonces bueno, parecía que teníamos sorprendentemente una potencia extraordinaria […] Entonces cuando surge la posibilidad de un triunfo así contra todos los pronósticos creemos que tenemos una selección extraordinaria, pero esto solo se va a constatar cuando haya una regularidad en los juegos, cuando ganar un partido importante no sea una sorpresa mayúscula, sino parte de la costumbre futbolística, y falta mucho para que esto ocurra”.

En tanto, José María de Tavira afirmó que a pesar de amar el fútbol, en lo personal él ha dejado de seguir el campeonato profesional en México debido a que las personas que manejan la liga han demostrado en reiteradas ocasiones que les preocupa más el negocio que el bien deportivo.

“A mí en lo personal, la Liga Mexicana me ha perdido como seguidor, pero absolutamente desde hace más de 15 años. A mí me da exactamente lo mismo lo que sucede en el fútbol mexicano, porque es una trampa, es un negocio de unos hacendados del siglo XIX, monocultivistas que les interesa nada más la próxima cosecha y no les importa andar echando pesticidas en su propio terreno, luego ven que van a hacer, no les interesa la inversión a largo plazo”.

El actor indicó que la mejor manera de acabar con esta situación es que los aficionados dejen de consumir el fútbol mexicano, es decir, que no vean los partidos, no asistan a los estadios ni compren los jerseys de los equipos y dejen de comprar un producto que es “malo”.

“No les interesa el bienestar de la sociedad y con quién más me molesto yo en vez de con los dirigentes del fútbol mexicano es con los fanáticos del fútbol mexicano. Yo siento que todos los que ven y sintonizan los partidos y van a los estadios les están viendo la cara, yo no sé qué hacen, deberían de olvidarse de una vez de la Liga MX, dejar de ver y comprar boletos, dejar de sintonizar y consumir comerciales y camisetas. Cuando el restaurante de tu pueblo es malo, pues dejas de ir y prefieres comer en tu casa, pero como es el único mal restaurante ya sabes que se ahorran todo’ y aún así decimos ‘pues es que es el único restaurante entonces voy a seguir viendo porque es mi restaurante de toda la vida’, no, lo que uno tiene que hacer es dejar de ir a ese restaurante y exigir de alguna manera que haya otra opción”.

De Tavira comparó al fútbol mexicano con la clase política y aseguró que existen ciertas similitudes entre ambas, por este motivo, dijo, los ciudadanos tienen el derecho de exigirle a los dueños y federativos ofrecer medidas que ayuden a mejorar nuestro balompié.

“Yo diría que hay un gran paralelismo ¿por qué sucede esto? porque en el fútbol mexicano me parece los dirigentes tienen un gran paralelismo con por lo menos la mayoría también del negocio de la política en este país, es muy parecido. Si nosotros como ciudadanos no salimos a exigir realmente medidas sensatas para nuestro bienestar y la clase política también ve la política como negocio, pues qué nos sorprende que el fútbol mexicano lo refleje también. Ahí es donde me parece que No fue penal, hace una muy bonita radiografía de cómo el fútbol es un producto de nuestra sociedad, de nuestra idiosincrasia y de nuestras relaciones personales y sociales”.

Por su parte, Martín Altomaro afirmó que los recientes fracasos de la selección mexicana, como la histórica eliminación en fase de grupos en el mundial de Qatar 2022, es producto de malas gestiones y de repetir los mismos procesos esperando obtener resultados distintos.

“Creo que en el tema del el hubiera es el tema central de los mexicanos frente a su fe en la selección que es pura fe, hacemos las cosas iguales proceso tras proceso esperando un resultado diferente, persignándonos y encomendándonos a alguna deidad para que las cosas salgan distinto y no somos nada racionales como para hacer el proyecto que necesitamos para hacerlo distinto”.

Finalmente, Martín indicó que Gerardo “El Tata” Martino no es el único responsable de la selección en Qatar, ni sus antecesores tienen toda la culpa de los fracasos del cuadro nacional en cada copa del mundo, sino que se trata de un problema estructural en nuestro fútbol que se viene arrastrando desde hace varios años.

“Si hubiéramos cambiado el sistema de campeonato hace 10 años y hubiéramos quitado la liguilla y hubiéramos hecho un torneo largo atendiendo las necesidades del futbolista nacional y creando bases, canteras, jugadores para poder exportarlos a una edad en la que se deben exportar y facilitando este proceso con un lugar importante en la primera división ¿no hubiera sido diferente el equipo que hubiera tenido el Tata Martino o cualquier otro’ este es mi punto, no viene del entrenador en turno Osorio, Aguirre, Tata, lo que sea, me parece que viene una cosa mucho más de raíz y tiene todo que ver con el negocio del fútbol en el país”.

Por, Alfonso López Dávila

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