Berlín/Ciudad de México, 23 de mayo (DW/SinEmbargo).- El fotógrafo brasileño Sebastião Salgado, famoso por documentar los desafíos en la protección del medio ambiente, las migraciones y el trabajo, falleció este viernes a los 81 años, confirmó el Instituto Terra, fundado por él mismo, y la Academia de Bellas Artes francesa, de la que era miembro desde 2016.

“Laurent Petitgirard, secretario perpetuo, los miembros y corresponsales de la Academia de Bellas Artes, lamentan anunciar el fallecimiento, este viernes 23 de mayo a la edad de 81 años, de su colega fotógrafo Sebastiao Salgado”, indicó la academia francesa.
Laurent Petitgirard, secrétaire perpétuel, les membres et correspondants de l’Académie des beaux-arts ont l’immense tristesse de faire part du décès, ce vendredi 23 mai à l’âge de 81 ans, de leur confrère Sebastião Salgado. pic.twitter.com/qyPcpPVRN2
— Académie des beaux-arts (@AcadBeauxarts) May 23, 2025
A lo largo de su carrera, Salgado retrató injusticias sociales y a las poblaciones marginadas, mostró la realidad de los trabajadores rurales, mineros, refugiados, pueblos indígenas y territorios en riesgo, lo que lo convirtió en uno de los grandes exponentes de la fotografía a nivel mundial. Se caracterizaba por su estilo visual en blanco y negro que combinaba la emoción con la reflexión y dejaba al descubierto la versión más cruda de la realidad.
“Sebastião fue mucho más que uno de los grandes fotógrafos de nuestro tiempo. Junto a su pareja, Lélia Deluiz Wanick Salgado, sembró esperanza donde había devastación e hizo florecer la idea de que la restauración ambiental es también un profundo gesto de amor por la humanidad. Su lente reveló el mundo y sus contradicciones; su vida, el poder de la acción transformadora”, afirma un comunicado del Instituto Terra.
“La sal de la Tierra”
Salgado, fotógrafo autodidacta que tenía también la nacionalidad francesa, deja un icónico testimonio de centenares de viajes, publicado tanto en grandes revistas como “Life” y “Time”, como exhibido en museos de capitales como París, donde residió buena parte de su vida. Desde Ruanda a Guatemala, pasando por Indonesia y Bangladés, el brasileño documentó hambrunas, guerras, éxodos y explotación laboral en el Tercer Mundo con la mirada empática y no condescendiente “de quien viene de la misma parte del mundo”, solía decir.
Conocido por sus trabajos documentales en blanco y negro, Salgado murió el día en que se inauguraba en Almada una exposición sobre la visión de los extranjeros de la Revolución Portuguesa de 1974 y 1975, que incluye fotografías suyas tomadas durante esa época. Salgado recibió prestigiosos galardones, como el Príncipe de Asturias, el Premio de la Paz de los Libreros Alemanes o el Premio Internacional de la Fundación Hasselblad y fue protagonista del documental nominado al Oscar y ganador del César “La sal de la Tierra”, del alemán Wim Wenders, sobre sus periplos a lugares recónditos como el Círculo Polar Ártico y Papúa Nueva Guinea, que alimentaron su libro “Génesis” (2013), y sus intentos por reforestar zonas devastadas de la selva amazónica.