Por Laura Ramírez, enviada especial de Europa Press
ROMA, 8 May. (EUROPA PRESS).- Los 133 cardenales electores tenían previsto regresar en torno a las 16:30 horas a la Capilla Sixtina, después de que ninguno de ellos alcanzara la mayoría necesaria de 89 votos para ser elegido el 267º pontífice de la Iglesia Católica en la segunda y tercera votaciones celebradas por la mañana de este jueves, tras lo cual volvió a aparecer fumata negra a las 11:51 horas.

Hacia las 12:30 horas, estaba previsto el regreso de los cardenales a la Capilla Sixtina para almorzar, donde era previsible que conversaran entre ellos tras los resultados de las tres votaciones. Después, se encaminarían de nuevo hacia el Palacio Apostólico en torno a las 15:45 horas. Esta tarde, a partir de las 16:30 horas, estaban previstas otras dos votaciones.
Si hubiera pontífice en la cuarta votación (primera de la tarde), este podría ser anunciado en torno a las 17:30 horas; mientras que, si se daba en la quinta (segunda de la tarde), se esperaba hacia las 19:00 horas. Si tras ambas votaciones todavía no había mayoría suficiente, sólo saldría humo negro en torno a las 19:00 horas.
Crowds gathering again in St Peter’s Square, waiting to see the result of the first morning of voting at the conclave. pic.twitter.com/FTr6hHTfNm
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No obstante, estos horarios eran aproximados, ya que la primera fumata negra del pasado miércoles se retrasó dos horas y apareció a las 21:00 horas, mientras que la segunda, este jueves por la mañana, apareció a las 11:51 horas, aunque estaba prevista hacia las 12:30 horas.
Sin acuerdo: ¿pararán el sábado o el domingo?
Si no había acuerdo esta tarde, a partir de este viernes se seguiría el mismo proceso de votación que el jueves. Tras tres días de escrutinios, si aún no salía la fumata blanca, los cardenales tendrían un día de pausa para la oración y el libre coloquio. El director de la Oficina de Prensa del Vaticano, Matteo Bruni, señaló a Europa Press que en este punto había “diferentes interpretaciones”, por lo que podrían parar el sábado o el domingo.
Si se interpretaba que el jueves, cuando sólo hubo una votación, era el primer día de votaciones, los prelados pararían el sábado en caso de no haber acuerdo al final del viernes. Por el contrario, si se consideraba que eran tres días completos de votaciones (dos por la mañana y dos por la tarde), pararían el domingo en caso de no alcanzar acuerdo al final del sábado.
Black smoke billows from the chimney above the Sistine Chapel, meaning the 133 Cardinal electors have not yet chosen a new Pope. pic.twitter.com/H5U1AxIIky
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Además, si tras cuatro series de escrutinios no se obtenía un resultado positivo, entonces, según el Motu Proprio publicado por Benedicto XVI, los cardenales podrían elegir entre los dos más votados en el último escrutinio, aunque no por mayoría simple, sino que deberían alcanzar “al menos” los dos tercios de los votos.
Durante todo el proceso, los 133 cardenales debían cumplir con el juramento realizado el miércoles, según el cual se comprometían a “observar con la máxima fidelidad” el secreto sobre todo lo relacionado con la elección del nuevo Papa, tanto durante como después de la elección; juraban no favorecer ninguna interferencia, y cada uno prometía, en caso de ser elegido, desempeñar fielmente el munus Petrinum de Pastor de la iglesia universal.
Los dos últimos cónclaves fueron relativamente veloces. En 2013, Francisco fue elegido en el quinto escrutinio durante el segundo día, mientras que en 2005, Benedicto XVI salió en la cuarta votación, también en la segunda jornada. En 1978, para la elección de Juan Pablo II, fueron necesarios ocho escrutinios, y fue elegido al final del tercer día.
Black smoke billows from the chimney above the Sistine Chapel, meaning the 133 Cardinal electors have not yet chosen a new Pope. pic.twitter.com/2LGey5Q0qD
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